La Unión Europea (UE) acordó ayer "normalizar inmediatamente sus relaciones con la Autoridad Palestina", suspendidas desde la victoria electoral democrática de Hamás en marzo del 2006, y reanudar de forma urgente la ayuda financiera directa al nuevo Gobierno palestino. Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete expresaron en Luxemburgo su "total respaldo" al presidente palestino, Mahmud Abbás, y al nuevo Gobierno de emergencia del primer ministro, Salem Fayyad, nombrado después del golpe de fuerza de Hamás en Gaza.

Tras condenar con "la máxima dureza" ese golpe de Hamás, la UE se comprometió a "no abandonar" a la población palestina de la franja de Gaza y a "realizar el máximo posible para garantizar una ayuda humanitaria y de emergencia" a ese territorio.

Los Veintisiete se reunieron también con la ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni, para presionar a Israel para que apoye por todos los medios al nuevo Gobierno palestino. El responsable de la política exterior europea, Javier Solana, urgió a Israel a entregar al Gobierno palestino la recaudación de las tasas e impuestos retenidos ilegalmente desde hace más de un año, a reanudar el proceso de paz y a mejorar las condiciones de la población en Cisjordania. "Esto ya no puede esperar", insistió Solana.

La ministra israelí aseguró que su Gobierno entregará ahora los fondos palestinos que retenía, pero se negó a precisar cuándo. Livni, tras demonizar a Hamás, aseguró que la situación actual ofrece una "oportunidad" para avanzar en el proyecto de creación de un Estado palestino y reforzar a los grupos políticos palestinos "moderados".

Además de ayuda financiera directa al nuevo Gobierno palestino, la Unión Europea prometió reanudar el apoyo a la policía palestina, efectuar la misión de vigilancia del puesto fronterizo de Rafá entre Gaza y Egipto e intensificar sus esfuerzos para la construcción de las instituciones del futuro Estado palestino.

OFERTA A LA HABANA El Consejo de Ministros de la UE, por otra parte, ofreció al Gobierno cubano reanudar el diálogo político, a iniciativa de España. La UE, pese a mantener suspendidas las sanciones políticas impuestas al régimen cubano en el 2003 por las detenciones masivas de disidentes, decidió no eliminarlas, como deseaba España, por la oposición de la República Checa, Suecia y Gran Bretaña. La UE, en la declaración adoptada, "deplora" que la situación de los derechos humanos "no haya cambiado fundamentalmente" en Cuba.

El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, expresó su confianza en que Cuba acepte esa oferta de diálogo, porque "es una buena oferta". España, anunció, continuará el diálogo bilateral con Cuba en septiembre en Nueva York, coincidiendo con la asamblea anual de las Naciones Unidas.