El 14 de enero del año 1900, la ópera Tosca de Giaccomo Puccini se estrenaba en el teatro Constanzi de Roma y nacía emparejada con la anécdota y el incidente: un falso aviso de bomba intentaba aguar el éxito de la representación. Pero el triunfo en Italia fue inmediato y ese mismo año encandilaba al público en su estreno en la Scala milanesa.

No sucedió lo mismo fuera de Italia. Cuando en 1902 se estrenó en el teatro del Liceo, el Diario de Barcelona reflejó su fracaso con esta frase: "No tuvo éxito y no creemos que lo merezca en otros escenarios". Algo parecido sucedió en París en 1903: la prensa insultó unánimemente a Puccini y el mismísimo Claude Debussy desdeñó la obra.

Sin embargo, Tosca acabó convirtiéndose en una pieza fundamental del repertorio de divos y primas donnas . En 1942, supuso el primer éxito de María Callas, que tuvo que sutituir a la soprano titular de la Opera de Atenas, que había caído enferma. La Callas se estrenó a los 21 años en un papel estelar con Tosca , realizó en 1953 la mejor grabación existente de esta ópera (EMI-Classics ), cantó la Tosca más memorable de la historia ese mismo año en el Covent Garden de Londres y se retiró cantando Tosca en este teatro en 1965.

PAVAROTTI SE RETIRA Más recientemente, en 2003, el gran tenor Luciano Pavarotti también se retiró en Berlín haciendo Tosca y la última vez que Renata Tebaldi, la recientemente fallecida rival de la Callas, actuó en el Liceo de Barcelona, representó Tosca .

Esta ópera está basada en una obra mediocre del mismo nombre escrita por Victorien Sardou. Hay tres personajes principales: el idealista, noble y enamorado pintor Cavaradossi; Floria Tosca, apasionada, celosa enamorada del pintor y mujer firme ante las asechanzas del tercer protagonista: el tirano Scarpia, ante quien tiembla media Roma.

La representación dura unos 110 minutos. Hay tres actos de 45, 40 y 25 minutos cada uno. Tosca tiene más acción que momentos líricos. Sólo hay tres arias. Dos son para el tenor: Recondita armonía , a los cinco minutos del primer acto, y la popular E lucevan le stelle , que suena a los nueve minutos del tercer acto. Tosca, la protagonista femenina, sólo tiene un aria, pero es la famosa Vissi d´arte , que se canta cuando van 27 minutos del segundo acto. Los mejores momentos son el final del primer acto, casi todo el segundo y el comienzo y el final del tercero.

El argumento es tremebundo y al final muere hasta el apuntador: Scarpia cae asesinado, Cavaradossi es fusilado y Tosca se suicida. Pero sobre los escenarios, Tosca también ha conocido una historia tremebunda. Para empezar, durante una representación teatral de la Tosca de Sardou, en 1905 en Río de Janeiro, alguien mandó retirar los colchones que amortiguarían el lanzamiento al vacío de la gran actriz francesa Sarah Bernhardt, que cuando se arrojó desde el Castel de Sant´Angelo, se pegó un costalazo a resultas del cual acabó perdiendo una pierna.

Las caídas y Tosca van de la mano. En 1914, la legendaria María Jeritza estaba ensayando el papel en Viena, se pegó otro trompazo contra el suelo y hubo de cantar el célebre aria femenino Vissi d´arte tumbada. En 1980, durante otra representación en Valencia, la soprano volvió a estrellarse, aunque esta vez no contra el suelo, sino contra el trasero de Scarpia.

Más grave fue lo que le sucedió al tenor italiano Fabio Armiliato interpretando a Cavaradossi en el festival de Macerata. Resulta que cuando el pintor iba a ser fusilado sobre el escenario, una de las escopetas disparó una bala de verdad, el tenor fue herido de consideración y hubo que trasladarlo al hospital.

También tuvo su miga el fusilamiento fallido de la Caballé. Sucedió en la Staatsoper de Viena. Había huelga de figurantes y el productor contrató una patrulla de soldados de un regimiento cercano. Desconocían el argumento de la obra y se les indicó que cuando se les hiciera una señal, deberían salir al escenario, formar y fusilar a quien encontraran junto a la pared.

Pero sucedió que al tenor que hacía el papel de Cavaradossi le dio un ataque de tos, se apartó y quedó en primera línea Monstserrat Caballé, a quien los soldados apuntaron con sus armas hasta que la soprano española gritó que a ella no la fusilaba nadie provocando el consiguiente regocijo del público.

En 1967, la Caballé representaba Tosca en el Gran Teatro del Liceo y se apoyó sobre el respaldo de una silla que crujió peligrosamente. Un rato más tarde, otro apoyo, otro crujido y gran expectación... Pero no sucedió como en Mérida en 1989 durante los ensayos de Medea : la silla resistió y nadie se cayó.

Estas y otras anécdotas, muchas de ellas recogidas por Roger Alier en su libro Sotto Voce, una historia insólita de la ópera , rodean de expectación cada representación de Tosca , una ópera que llega la semana próxima a Extremadura. Es una producción de Proartin , empresa de espectáculos (El misterio de las voces búlgaras, Isabel Pantoja con la Sinfónica de Moldavia o ésta) que, al igual que Promoconcert , se ha fijado en Extremadura y trae por aquí sus orquestas y espectáculos.