--¿Cuándo nace su interés por el mundo de la arqueología?

--Me licencié en Geografía e Historia, pero siendo de Mérida y con esta carrera te quedaba opositar o venirte a la ciudad a trabajar. Mi interés por la arqueología surgió más a raíz de la carrera.

--¿Cómo surge escribir una publicación sobre la medicina?

--Siempre me ha atraído mucho la medicina por vínculos familiares y porque me parece una de las profesiones más admirables. Con la arqueología tuve la suerte de que aparte de las dos tumbas de médicos que se excavaron en Mérida en los 40, las dos nuevas que han salido las he excavado yo. Decidí hacer una monografía porque en Mérida hay mucho material que se puede vincular al mundo de la medicina y para hacer una recopilación de todo lo que hay.

--¿Dónde aparecieron las tumbas?

--Una la encontramos en los solares de la Campsa, que estaba cerca de donde aparecieron las dos tumbas anteriores y cerca de donde han aparecido muchos epígrafes funerarios relacionados con médicos. Es como si los médicos cogieran esta zona de la ciudad como área preferente para sepultarse. La otra es una tumba aislada que estaba en un solar enfrente de la Universidad y que probablemente está relacionada con un epígrafe que alude a la presencia de un esclavo médico.

--En estos casos, ¿cuál ha sido el hallazgo más relevante?

--En la tumba de la Campsa apareció una caja de medicina y es espectacular porque en España no hay ninguna. Tiene sus compartimentos para meter las medicinas y con los análisis que hemos hecho se pueden conocer los componentes que usaban. Es la primera vez que se hace en España un estudio de una caja de médico.

--¿La medicina romana tiene paralelismo con la actual?

--Mucho del instrumental arqueológico que aparecen, como tijeras, escarpelos, pinzas, espéculos, cuchillas o navajas son similares a los que vemos hoy en día.

--Cómo arqueóloga emeritense, ¿algún lugar especial en el que le gustaría intervenir?

--Personalmente no tengo ningún sitio preferente, pero me hubiera encantado excavar el teatro romano. Ahora estoy en una excavación de un solar en la calle Hernán Cortés que si tengo suerte pueden salir habitaciones en buen estado de conservación, que no siempre es lo más habitual. Para mí lo más emocionante es excavar y que te salgan materiales en buen estado, aunque con encontrar un trozo de un botón o restos de cristales ya me vale.

--¿Está bien conservado el patrimonio monumental?

--Desde el consorcio de la ciudad monumental se trabaja muy bien en la conservación y la documentación es muy importante porque es la base. Tenemos que acercar el patrimonio porque no es solo cosa de los arqueólogos, sino de todos. Creo que cada vez la gente se va involucrando más en la conservación del patrimonio y se conoce mejor, lo que hace que se proteja y valore más. Mi sensación es que cada vez hay más aprecio por lo que tenemos y la concienciación va en aumento. El patrimonio es el motor de nuestra ciudad.