Las mesas y ceniceros en las puertas de los bares y restaurantes de la ciudad han proliferado a raíz de la entrada en vigor de la ley antitabaco y, con ello, el trabajo de la policía local instando a los bares a retirar estos elementos no autorizados que obstaculizan el libre tránsito de peatones. Esta situación se viene repitiendo desde el pasado 2 de enero y el equipo de Gobierno ha decidido ponerle coto. Para ello, trasladará al pleno una modificación de la ordenanza que regula la ocupación de la vía pública, en la que se contempla la colocación de ceniceros adosados a las fachadas de estos establecimientos y la instalación de terrazas durante todo el año ocupando incluso zonas reservadas a los aparcamientos.

Con todo, no serán muchos los aparcamientos afectados ya que las barriadas de la ciudad cuentan con acerados anchos y la zona centro tiene plataforma única, según recordó la portavoz municipal Estrella Gordillo. Del mismo modo, la propuesta contempla la instalación durante todo el año de sombrillas, toldos y la delimitación de las terrazas. Estas últimas, a fin de dotar de un mayor sentido estético a la ciudad, llevarán elementos insonizadores de ruidos como la goma o el césped artificial de bajo coste para los hosteleros.

Asimismo, el equipo de Gobierno se ha comprometido a reducir los plazos para la concesión de la licencia de terrazas hasta un máximo de 15 días. La medida ha sido acogida con gran satisfacción por parte del sector hostelero, quien estima un aumento de la clientela y del volumen de facturación. La mayoría, contrarios al carácter restrictivo de la ley antitabaco, lo entienden también como una buena oportunidad de compensar a los fumadores obligados a salir a la calle a fumarse un pitillo . La alegría de los hosteleros contrasta con la preocupación de los vecinos, conscientes de que el llamado cigarrón provocará mucho más ruido alterando su derecho al descanso. "Es una absoluta barbaridad que para cumplir una ley se vulneren dos", la que prohíbe expresamente beber en la calle y la del ruido, critica la presidenta de la presidenta de la Asociación para la Defensa de los Afectados por el Ruido (AEDAR), Maribel Fernández.

La utilización de los espacios reservados al estacionamiento de vehículos levanta igualmente ampollas. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Pablo Simón, subraya que, a partir de ahora, será todavía más difícil encontrar un aparcamiento en la zona centro.