Los rumores van siendo cada vez más fuertes. El cese de Jorge Márquez como director del Festival de Teatro Clásico del Teatro Romano de Mérida ha venido a plantearse con urgencia el nombramiento de un sustituto. Todas las miradas están dirigidas hacia Francisco Carrillo, director de la Escuela de Teatro de Olivenza y hombre que conoce el festival de cerca.

El mundo, complicado, de este festival, no le es extraño. Sólo que hay que conocer su postura, ya que estamos a pocas fechas de saber la programación de lo que será el Festival de Teatro de este año y que, por el momento, está al frente del mismo, a las duras y a las maduras, Gregorio González Perlado, que lo ha vivido desde dentro y será quien tenga que terminar lo que se tenga en proyecto.

La papeleta no es fácil y ahora hay que plantearse, no el festival de este año, sino de futuros años, y que nos den una visión diferente a la que no ha dado Jorge Márquez, porque cuando se cesa y se deja un déficit de 300.000 euros, es que algo no ha funcionado.

La cultura nunca ha sido rentable y las subvenciones que recibe el festival de la Junta de Extremadura, Cajas de Ahorro, Ayuntamiento de Mérida, Diputación Provincial de Badajoz, taquilla y alguna otra entrada que podamos desconocer, no es para que se gane, sino para que se tenga un buen festival, sin ganancias pero sin perdidas.

Pronto se tendrá que reunir el Patronato del Festival, ahí se conocerá el futuro que se presenta y si viene Francisco Carrillo. Ya sabemos que es alguien que conoce el mundo del teatro hace muchos años y este festival también.