Un Opel Corsa, una Citroen Jumper, un Volkswagen Golf e incluso un Audi A4 o un BMW 318. Son algunos de los vehículos que tiene en custodia el depósito municipal desde hace meses e incluso años sin que nadie haya procedido a su retirada. El Ayuntamiento de Mérida, a través del Boletín Oficial de Provincia de Badajoz (BOPB) lanzó ayer un último aviso a los propietarios para su recogida en el plazo de un mes o bien la cesión al consistorio, pues de lo contrario se convertirán en chatarra. El anuncio se publica después de que no se haya podido entregar la notificación en los domicilios de los afectados.

Al haber transcurrido más de dos meses desde que se inició el depósito, se requiere a los titulares para que en el plazo de un mes procedan a su recogida, debiendo abonar previamente los gastos correspondientes a la retirada del coche de la vía pública con la grúa y la estancia en el depósito de acuerdo al precio estipulado en la ordenanza. La mayoría de los vehículos del listado entraron en el año 2019, pero también los hay de 2018, 2017 e incluso 2011 y 2012. De hecho, los más antiguos son un Renault Clio, un Opel Corsa y un Mercedes 190 que entraron entre octubre y diciembre de 2011. Casi todos los propietarios requeridos son emeritenses, aunque también hay utilitarios procedentes de La Garrovilla, Guareña, Ribera del Fresno, Acebo (Cáceres), Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba), La Rinconada (Sevilla), Mollina (Málaga) o Fuente el Saz del Jarama (Madrid).

En el anuncio publicado en el BOPB se especifica que si no fuera de su interés la retirada del vehículo, los titulares «solo quedarán exentos de responsabilidad administrativa si lo ceden a un gestor de residuos autorizado o al ayuntamiento». En este último caso, se deben personar en el plazo de un mes en las dependencias de la Policía Local para formalizar los trámites correspondientes. Si no lo hicieran, se procederá a su tratamiento como residuo sólido urbano. Los vehículos que se encuentran en esta situación suelen ser coches abandonados y su localización se hace muchas veces por llamadas que hacen los propios vecinos a la Policía Local o por observación propia de los agentes, a lo que se añaden otras pistas como la excesiva suciedad o la baja presión de los neumáticos.

Cuando se detecta un vehículo en esta situación, se abre acta y se toman datos. Un mes después el ayuntamiento se pone en contacto con el titular que consta en Tráfico y tras 15 días, el vehículo se retira al depósito.