Más zona verde y cambios en la azul. La vicealcaldesa y delegada de Tráfico, Raquel Bravo, anunció ayer que en los próximos días las calles Oviedo, Pizarro, José Espronceda, Sáenz de Buruaga y Anas dejarán de ser de pago, mientras que se incorporarán Suárez Somonte, Arzobispo Mausona, Almendralejo, Tirso de Molina, Lope de Vega y Vespasiano. En total, habrá 748 plazas de este tipo frente a las 881 actuales. Las 133 de diferencia pasarán a ser zona verde preferente para residentes (sumándose a las 119 existentes; cuando ya hay 178 tarjetas y dos en trámite), que se extenderán al centro (Pedro María Plano, plaza del Conservatorio, López Puigcervert, Calvario, Muza, Concordia, Travesía de Pontezuelas, Travesía de Rambla, Travesía de Cervantes, San Juan) y al hospital (Pío Baroja). La cifra de estacionamientos de pago regulado sigue por tanto en un millar, como ahora. Además, se incorporarán otros cambios como el mayor control de las áreas de carga y descarga, a través de unos tiques gratis de una hora que solo se podrán adquirir para vehículos autorizados y que vigilarán los mismos controladores de la zona azul, que tiene una media diaria de 2.000 usuarios (258.277 desde junio).

El alcalde de Mérida, Pedro Acedo, ya confirmó el mes pasado que habría cambios en la zona azul, como antes se había anunciado, citando como ejemplo la supresión en la calle Anas o los cambios en el entorno de la Rambla, que se han sustanciado tras la celebración de la mesa de Tráfico. Bravo explicó que las modificaciones se materializarán progresivamente, a partir de la próxima semana, como en junio.

En cuanto a las áreas de carga y descarga, la delegada de Tráfico indicó que ya es preceptiva la limitación de una hora, pero detalló que se va a controlar a través de unos tiques gratuitos que expedirán los mismos parquímetros de la zona azul y verde. Los justificantes incluirán la matrícula y no será posible sacar dos de forma consecutiva, de modo que quien exceda el límite de 60 minutos podrá ser sancionado. "Da prioridad a los transportistas que cumplen, porque se trata de dejar espacio libre para otro".

Asimismo, habrá otras modificaciones, como la creación de una tarjeta para "residentes laborales", que se aplicarán más adelante, tras cambiar la ordenanza. Bravo dijo que el consistorio cumple con su compromiso de adaptar la zona azul, tras cinco meses desde su entrada en vigor, y rechazó las críticas de que "es un error y no funciona", asegurando que "mejora el tráfico y la rotación en los aparcamientos".