Un joven de 24 años ha sido detenido en Mérida por su presunta autoría en un delito continuado de estafa a vecinos de distintas ciudades españolas, quienes a través de internet pagaron más de 11.000 euros por diversos productos de telefonía móvil de última generación que nunca recibieron.

Según informa la Policía Nacional, la detención tuvo lugar el pasado día 12 en el marco de la operación denominada Operación estafa segundamano.

La investigación se inició como continuación a una que se llevó a cabo el pasado mes de febrero tras tener conocimiento los agentes policiales de la existencia de un vecino de Mérida que supuestamente se dedicaba a ofertar falsamente por internet diversos productos de electrónica y telefonía móvil de última generación a precios muy bajos, por los que percibía el dinero pero sin entregar el artículo.

Con las autorizaciones pertinentes se llevaron a cabo diversas gestiones para tener un exhaustivo control de los movimientos bancarios del supuesto autor de los hechos, que en esas fechas ya fue detenido por hechos ilícitos similares.

El joven lanzaba ofertas en webs conocidas de compraventa entre particulares y, acordado el producto y el precio de éste, facilitaba en todos los casos un mismo número de cuenta para el ingreso de los pagos.

Así, se pudo comprobar que desde finales de 2010 esta persona, detenida nuevamente, había percibido desde esa cuenta bancaria, a través de trasferencias a su favor de doce personas que posteriormente le han denunciado por estafa, un total de 11.480 euros, por lo que se le imputa un delito de estafa continuada a vecinos de Extremadura, Baleares, Castilla y León o Andalucía.

La forma de actuar del detenido era insertar anuncios en las webs más conocidas de compraventa entre particulares, con ofertas de terminales móviles o similares de última generación, a precios significativamente más bajos que los habituales del mercado, con lo que captaba así la atención, bien de particulares o de empresarios que veían una oportunidad en su adquisición.

En todos los casos, una vez acordado el producto y el precio de éste, facilitaba el número de cuenta para el ingreso de los pagos.

Una vez obtenido el beneficio económico, y cuando los compradores le reclamaban la entrega del producto comprado, ponía todo tipo de excusas para no enviar el artículo y, en ocasiones, les solicitaba más dinero con otros engaños, con lo que conseguía más beneficios a causa de la impotencia de los compradores que accedían a ingresar más dinero extra con tal de no perder el ya entregado.