El verano está a la vuelta de la esquina y el Hospital de Mérida inicia su lucha contra el calor. Tras las quejas recibidas el año pasado de pacientes y familiares por las altas temperaturas en el interior del centro hospitalario, la Gerencia del Área de Salud va a invertir 100.000 euros en la mejora de los equipos de aire acondicionado para conseguir así «una potencia frigorífica superior a la disponible en años anteriores».

Según explica la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales, durante todo el invierno se han realizado actuaciones de mantenimiento y revisión de la climatización del hospital. Además, desde el mes de marzo se ha contratado, con la que empresa especializada que hizo la instalación, los trabajos de puesta a punto de las máquinas de frío. Esto incluye una revisión de los equipos de todas las habitaciones de hospitalización que ya está «prácticamente finalizada, a falta tan solo de un ala que se terminará de revisar la próxima semana», detalla el Ejecutivo. La revisión ha consistido básicamente en la limpieza de los equipos y la sustitución de filtros y válvulas, así como la puesta a punto de los equipos de frío, compresores, condensadores y torres de refrigeración.

A partir de la semana que viene se iniciará el control de los climatizadores y el resto de equipos. «La revisión y puesta a punto de los equipos de frío garantiza, de entrada, contar con una potencia frigorífica superior a la disponible en años anteriores», señala la consejería, que cifra en unos 100.000 euros el presupuesto asignado a estos trabajos.

Cabe recordar que las quejas de pacientes y familiares por el calor en el interior del Hospital de Mérida fueron recurrentes durante todo el verano pasado, especialmente en las plantas superiores. La situación era tal que según denunció el líder del PP, José Antonio Monago, los familiares de los enfermos incluso se llevaron ventiladores de sus casas para combatir el calor que sufrían. Unas críticas que desde la Junta de Extremadura se rechazaron, pues según respondió entonces el consejero de Sanidad, José María Vergeles, los siete compresores funcionaban perfectamente. Señaló entonces que en la climatización no solo influye el aire acondicionado, sino también otros factores tales como la envolvente del edificio, ya que «en ciertas ocasiones se producen aperturas de ventanas cuando no se deben abrir»; o también cuando «hay más visitas de las que serían deseables en las habitaciones de los pacientes, generando calor e impidiendo que la refrigeración sea la adecuada». El consejero no quiso «culpar a nadie» de todas estas cuestiones, pero instó a la ciudadanía a «colaborar y hacer un uso responsable» de la climatización.

En el año 2017, el SES ya invirtió 130.000 euros en la instalación y puesta en funcionamiento de un nuevo equipo de frío tras las quejas que también se recibieron en ese verano.