MERIDA

El empresario Eusebio Gutiérrez Díaz, dueño del Hostal Romano en Mérida, nació en Cañaveral (Cáceres) en 1904 y murió en Mérida en 1985. Sus primeros años los pasó en su pueblo natal y, como tantos otros, salió para buscarse un futuro mejor. Marchó a Sevilla e hizo hostelería, sus inquietudes le llevaron a que le ofrecieran la posibilidad de regentar el Hotel Roma de la capital hispalense, pero era una arriesgada aventura y se vino a Mérida, a la fonda de la estación. Allí pasa algún tiempo y conoce a la que iba a ser su mujer, la emeritense Isabel Pajuelo Gómez.

EL HOSTAL ROMANO

Eusebio Gutiérrez inicia sus primeros pasos como dueño del hostal a primero de mayo de 1930. Se cerraría en 1969. El hostal Romano estaba ubicado en la calle Teniente Coronel Yagüe, número 13, hoy Avenida de Extremadura y por la calle Cardero. Se abrió tres años antes que el Parador Nacional Via de la Plata. Tenía una clientela fija: los toreros que venían en la feria de septiembre y artista como Manolo Caracol, que vino en cierta ocasión acompañado de Lola Flores. Tuvieron un romance que duró años. Marifé de Triana que se encontraba como en su casa.

Era un hostal familiar y Marifé se sentaba con Isabel Pajuelo, esposa de Eusebio Gutiérrez para charlar antes y después de sus actuaciones. Pepe Blanco y Carmen Morell, Juanito Balderrama y Dolores Abril, Pepe Pinto casado con Pastora Pavón La Niña de los Peines , la mejor cantante de las Peteneras, que la inmortalizó Federico García Lorca; Pepe Marchena y actores como Paco Rabal cuando venía al Teatro Romano a representar Julio César.

SIN RECLAMACIONES

El Libro Oficial de Reclamaciones que conserva su hijo Eusebio Gutiérrez Pajuelo no hubo en los casi cuarenta años del hostal ni una sola reclamación.

Los precios en la década de los sesenta, que aún se conservan, eran de 45 a 55 pesetas la habitación simple y 70 a 90 en habitaciones dobles (1966), con lavabo solamente. El desayuno costaba 10 pesetas, la comida 75 y la cena también 75. La pensión completa 120 pesetas.

Como anécdota, muy personal, mis padres pasaron su primera noche de luna de miel en este hostal, el 3 de abril de 1936.

Las comunicaciones y cartas que enviaban desde el Ministerio de Información y Turismo desde la Delegación Provincial de Badajoz siempre terminaba con un: Por Dios, España y su Revolución Nacional Sindicalista .

LA EPOCA

Los hoteles y hostales de la década de los veinte y treinta eran el hotel Barroso, de Blas Barroso, que posteriormente pasaría a su hijo Daniel. Se encontraba en la calle Manos Alba. También tenían el bar Negresco, que después se trasladó a la calle Santa Eulalia, aún existe con otro nombre, Bar Restaurante Rafael.

En la calle Cipriano Piñero números 16, 18, hoy Félix Valverde Lillo estaba el Hotel del Comercio, de Lino Fernández Avila, sucesor de Manuel García, que después lo compró Luis Simancas. Su hijo adquirió el palacio de Burnay, haciendo el hotel Emperatriz, hoy Hotel Meliá Mérida.

Pensión Díaz, en la calle José Antonio, hoy Cervantes; Hostal Nueva España, de Francisco Mena Rubio, junto al arco Trajano; Hospedería Pina en la calle Sagasta y las posadas de las Animas y la del Agua. Todas han desaparecido.