Jorge Macías, más conocido como Salete, es propietario desde hace diez años de Zbitt, una tienda de informática y electrónica ubicada en la calle San Francisco. Su interés por el comercio emeritense le hizo formar parte durante seis años de la Asociación de Comerciantes de Mérida y, desde hace unos meses, colabora con la Asociación de Empresarios de Mérida (Aeme). Carnavalero confeso, Salete se muestra optimista sobre el futuro de la ciudad.

-¿Qué le llevó a ser empresario y montar su propio negocio?

-Hace diez años estaba en auge todo el tema tecnológico y veía que en este sentido existía una necesidad en la ciudad. Cuando montamos la tienda había muy pocas, pero ahora hay una en cada esquina. Lo más importante que hemos hecho en estos años ha sido reciclarnos porque el negocio ha cambiado y si no te reciclas y sigues formándote, ya habríamos cerrado. En Zbitt estamos constantemente formándonos porque creo que lo más importante en un comerciante es que se adapte a la realidad actual.

-¿Cómo ve la situación actual del sector comercial de Mérida?

-El problema que hay en Mérida con el comercio responde a que el comerciante pide mucho y da poco. Es un comerciante de sillón y una persona apática que critica a los demás sin moverse por mejorar las cosas. El tema empresarial en Mérida debería ser un poco más solidario y colaborativo para no pensar tanto en mí y sí pensar más en nosotros. De hecho, en la Aeme te encuentras otra imagen del empresariado porque hay muchísimos empresarios de todos los sectores. Yo he entrado para incentivar que todo el empresariado de Mérida este centralizado en una asociación.

-¿Qué tiene el pequeño comercio frente a las grandes empresas?

-En la tienda tenemos un servicio de mensajería en el que traemos mucha paquetería de páginas webs de internet y cada vez que viene un cliente le pregunto por qué no ha comprado en los comercios de la ciudad. El pequeño comercio es mucho más cercano y aporta más confianza, de ahí que este aspecto lo defendamos mucho en nuestro negocio. Esa es la diferencia entre el pequeño comercio y la gran superficie.

-¿Cómo se podría mejorar?

-El pequeño comercio de Mérida tiene muy poco apoyo institucional desde la administración central y regional. El ayuntamiento, por ejemplo, ha propuesto una ayuda para incentivar la contratación por parte de los empresarios y los requisitos son más sencillos. Una de las cosas que buscamos desde Aeme es intentar no depender de las administraciones y trabajamos con patrocinios para autofinanciarnos. Si tienes que depender de la administración para todo estás vendido.

-¿Ha cambiado mucho la ciudad?

-La ciudad está creciendo y mejorando bastante. Con el boom urbanístico que hubo años anteriores y la plataforma única se ayudó bastante a nivel comercial. La ciudad ahora está mucho más sucia y no depende de quién gobierne, pero se nota que hay menos gente trabajando en la limpieza, porque no se puede bajar un presupuesto dos millones de euros y que el servicio siga como está, ya que no hay el mismo número de trabajadores y claro que se nota.

-Como carnavalero y chirigotero, ¿qué opina del carnaval romano?

-Llevo trece años formando parte de chirigotas. El carnaval de la ciudad está mejorando y últimamente tenemos mucho más apoyo de los medios de comunicación, que era lo que nos hacía falta para publicitarnos. El carnaval ha existido desde siempre pero decían que éramos cuatro gatos. Hay ciudades que dan subvenciones a los grupos de carnaval y aquí no. Para nosotros nos supone mucho tiempo y dinero, porque empezamos los ensayos en septiembre y el trabajo tampoco se aprecia lo suficiente.