Dar cuenta del papel de la mujer en la sociedad a través de diferentes disciplinas. Este es uno de los objetivos que se plantean en las primeras Jornadas sobre las mujeres en el arte y en la historia entre oriente y occidente, una actividad puesta en marcha por el centro de arte Orígenes que gestiona la bailarina y coreógrafa Gema Ortiz. Desde el pasado viernes, y hasta la jornada de hoy, se están desarrollando ponencias, talleres, performances y exposiciones abiertas al público en general. «Aunque estemos hablando de distintas problemáticas de las mujeres, en Orígenes hacemos este trabajo entre mujeres y hombre que hablan, piensan y crean juntos por un mundo mejor y más justo», sostiene Ortiz.

La jornada de hoy arrancará a las 11.00 horas con la ponencia de Natalia Barbancho Patiño sobre la mujer y el flamenco, a la que seguirá una perfomance de baile flamenco a cargo de la bailaora Fuensanta Blanco. A las cinco de la tarde se desarrollará la comunicación ‘Patronaje de la alquimia’, de la modista Laura Martín y, a las 18.30 horas, será la comunicación de la esteticista Raquel González sobre la idea de la belleza. Posteriormente, Ortiz impartirá un taller de danza sobre la construcción que hay del hombre y de la mujer, además de «cómo a través del movimiento del cuerpo se desvanece esa idea». Para hablar sobre el trabajo de la mujer en el mundo de la cocina, Beatriz Calzada, la dueña del restaurante la Extremeña, preparará el menú ‘Conectando paladares’ para visibilizar el trabajo de la mujer en la cocina y en la gastronomía.

«Si queremos acercar otras formas de ver las cosas tenemos que hacerlo desde un prisma muy amplio. Se puede conseguir un mundo mejor, pero con el trabajo conjunto de hombres y mujeres», subraya la bailarina. Las jornadas inciden a su vez en el concepto de igualdad y no es casualidad que se lleven a cabo tras la celebración del día de la mujer, el pasado 8 de marzo, y la huelga feminista. «Seguimos estando discriminadas en todas las disciplinas, tanto en la académica como en la artística», afirma Ortz. A su juicio, el problema está en «cómo construimos simbólicamente lo que significa ser mujer y hombre». «Las categorías identitarias las hemos hecho nosotros porque son construcciones culturales», puntualiza.

Actividades

Las jornadas se iniciaron el viernes con la inauguración de la exposición de dibujo ‘Türquiye kadin (Turquía mujer)’, de la artista Claudia Salguero. Posteriormente se desarrollló el taller de teatro-mimo ‘La mitad invisible y mucha de la historia del arte’, a cargo de Amparo Coco y Javier de Torres, quienes hicieron uso del teatro para enseñarle a los alumnos del colegio Atenea «cómo ha sido silenciada la mujer tanto en la historia del arte como en la propia historia». Por la tarde, se desarrolló la ponencia de Juan Copete Fernández titulada ‘Teatro y vida espejos donde se miran’, con la que realizó un viaje sobre la idea de lo que significa ser mujer en el mundo. También tuvo lugar la ponencia de la artista Estela Rubio Cedillo sobre la invisibilidad de la mujer en los mercados del arte y una comunicación, a cargo de Lázaro Luengo, sobre las mujeres creadoras de música.

El sábado a primera hora, Ortiz ofreció una charla sobre la mujer como transmisora de la música, la danza y la poesía en el al-Ándalus’, en la que se centró en la construcción simbólica del cuerpo femenino entre oriente y occidente y cómo ha influido en la forma de expresarse el arte, así como de relacionarse socialmente. Por la mañana se desarrolló la ponencia de Astrid Agenjo titulada ‘Una mirada feminista a la economía: de la teoría a las resistencias cotidianas’; y por la tarde, Ortiz impartió un taller de danza oriental en el s.XXI. La jornada inicial la cerró la inauguración de la exposición fotográfica de Mai Saki ‘El camino de la vergüenza’.