El portavoz Fernando Molina calificó ayer de alarmante el hecho de que nueve agentes de la policía local avisaran de que no podían acudir al trabajo --en el desfile de Carnaval del pasado domingo-- de forma paulatina, uno detrás de otro. "Igual comieron todos lo mismo y les hizo daño", ironizó.

"Nuestra obligación es investigar qué ha sucedido, porque desde luego es llamativo", añadía el portavoz. Por eso se han abierto expedientes informativos, indicó Molina, aunque a renglón seguido aclaraba que no es intención del equipo de gobierno perseguir a ningún trabajador, "pero desde luego se va estudiar".