La presentación del llamado plan Urban por parte del Ayuntamiento de Mérida ante el Ministerio de Economía y Hacienda ha generado polémica entre el ejecutivo local y el PP. La portavoz popular, Pilar Vargas, denunció ayer que el grupo socialista "demuestra una deslealtad absoluta" con su partido al presentar este proyecto "sin el consenso político" que requiere esta iniciativa europea, ya que es la UE la que da los fondos necesarios para llevarlo a cabo.

Mientras tanto, el alcalde Angel Calle mantuvo ayer una reunión con varios responsables políticos para presentarles el proyecto con el que el ayuntamiento opta a este plan con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para el periodo 2007-2013, destinado a municipios de más de 50.000 habitantes y capitales de provincia que no alcancen esa población.

Este plan tiene como objetivo la puesta en marcha de estrategias innovadoras de regeneración urbana que, mediante un enfoque integrado que contemple aspectos sociales, económicos y medioambientales, favorezcan un desarrollo urbano sostenible de acuerdo a los principios y orientaciones estratégicas de las políticas comunitarias.

Además, Vargas no dio crédito a la información que le ha pasado el PSOE sobre este plan, porque "no hay ni una sola medida ni ningún plan, sino que es una burla y un desprecio absoluto", con datos socioeconómicos de la ciudad, indicó Vargas.

La portavoz también dijo estar convencida de que el proyecto presentado ahora es una copia del que elaboró su partido en el 2000, y que entonces sí contó con el consenso político, reiteró. También comentó que ha sido redactado por la empresa privada C&G, en una adjudicación que no aparece reflejada en las actas de las reuniones de la junta de gobierno local. Tras esta denuncia, espera que el proyecto presentado no sea el que les han facilitado, porque "si no, adiós a 10 millones, adiós al Urban".

DESPRESTIGIO Ante esta denuncia, el equipo de gobierno pidió ayer al PP que "deje de poner trabas al proyecto Urban" y de hacer partidismo con un tema que puede afectar negativamente al futuro de la ciudad, "máxime cuando lo hace utilizando argumentos falsos". También acusa a Vargas de utilizar una "estrategia de desprestigio que parece tener como único objetivo el perjuicio para el bienestar de los ciudadanos", y le "ruega" que "no intenten fastidiar las enormes posibilidades de éxito del proyecto".