Un grupo de inversores nacionales y extranjeros, de la mano de la Federación Nacional de Atención a la Dependencia, tiene previsto construir en Mérida una ciudad para personas mayores con capacidad para 5.000 residentes, con una inversión global de 400 millones de euros a realizar en tres fases y no menos de ocho años, y cuyos servicio generarían un mínimo de 1.500 empleos directos y estables.

Emerita Senior Resort es el nombre con el que este proyecto se ha presentado hoy en en el ayuntamiento en un acto, que ha contado con la presencia del alcalde de la ciudad, Ángel Calle, representantes de los inversores, de los arquitectos y de las empresas de servicios, en lo que ha sido el anuncio público de un proyecto que se ha gestado después de un año de conversaciones y entrevistas en algunas de las cuáles ha participado el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, quien ha dado el visto bueno a la propuesta.

El complejo ocupará una finca propiedad del ayuntamiento de 75 hectáreas en las traseras del Albergue Juvenil El Prado, junto al río Guadiana. Esta ciudad gerontológica contempla 3.500 apartamentos con servicios de atención a los mayores, dos residencias, un hotel y una Escuela Internacional de Gerontología.

El ayuntamiento ya se ha comprometido a acelerar los plazos para recalificar este terreno industrial --anteriormente agrícola-- para su nuevo uso sociosanitario. Después saldrá a concurso para su venta, aunque aún se desconoce el precio. No obstante, los inversores tienen previso iniciar la primera de las tres fases en las que se ha dividido el proyecto en el 2012, se estima que no será al menos hasta dentro de cuatro años cuando podrán ser ocupados los primeros apartamentos y plazas residenciales.

Para las construcciones se aplican conceptos como la arquitectura de bajo consumo o construcción ecoeficiente en los que priman la movilidad sostenible y la proliferación de espacios de encuentro.

Aunque aún no se han avanzado los precios para los futuros usuarios, José Joaquín García, de la Asociación Nacional de Atención a la Dependencia, ya ha advertido que este proyecto "no se trata de una obra social", y que supondrá un desembolso lejos de las posibilidades de las rentas más bajas, puesto que se basa en la prestación de servicios de la máxima calidad. Señala además que este proyecto es único en el territorio nacional, y que está enfocado a personas mayores de toda España y de Europa.