Llegamos al último reportaje de la saga de los Valverde en Mérida. Cuando recordábamos las tertulias en el Rincón de la Victoria con el poeta Félix Valverde Grimaldi, olvidamos algunos contertulianos, como Alberto del Valle, Arsenio Ramos y Tomás Rabanal Brito.

Andrés Valverde López nació en Mérida el 11 de abril de 1911 y murió el 27 de agosto de 1993, un mes después que mi padre, del que era buen amigo. Fueron juntos al colegio de las Josefinas, cuando estaba en la calle Obispo y Arco, y al colegio Santa Ana. Ha traído al mundo a más de cincuenta mil niños y niñas. Mis tres hijos los sacó del seno materno él.

Andrés se casó con Matilde Alarcón y la saga de los médicos sigue. Dos de sus hijos, Andrés y José, son médicos y su nieta, Taciana, también. Tiene otros tres hijos, Matilde, Juan Carlos y Joaquina. Fue director del hospital San Juan de Dios durante muchos años, hasta que se cerró.

Al terminar la carrera en Sevilla comenzó a ayudar en el hospital emeritense a su padre y a su abuelo. Me comentaba que, en cierta ocasión, tres generaciones se encontraron en el quirófano para una operación: su padre, Andrés Valverde Grimaldi, él, ayudándole, y de anestesista su abuelo, Andrés Valverde Lillo.

Andrés Valverde es Medalla de Oro de la ciudad e Hijo Predilecto. Tiene frases que jamás se pueden olvidar, como el primer consejo a un padre primerizo: "se acabaron de dormir las noches de un tirón". Cuánta verdad encierra esta frase. Pero Andrés era amigo de sus enfermos y de todas las parturientas. Cerca de cincuenta años en el hospital san Juan de Dios es toda una historia. "El cierre del hospital fue para mi mi mayor amargura, era mi vida" me contaba en una entrevista que le hicimos el día de su homenaje, en diciembre de 1981.

ELECCION El primer extremeño Presidente del Senado fue un Valverde, Juan Ignacio Barrero Valverde, hijo de Enriqueta Valverde y Demetrio Barrero, el mejor rapsoda del escritor Luis Chamizo, y con un vozarrón impresionante. Abogado, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Nacional de Educación a Distancia, magnífico deportista en el Imperio de Mérida de baloncesto, y con una gran vocación política.

Rehizo un partido destrozado por las luchas internas en AP y después PP. Una labor de unión que consolidó con su presidencia regional y posteriormente con su nombramiento como Presidente del Senado. Está casado con Consuelo Gil, Chelo para los amigos, que también fue una magnífica deportista, campeona de Extremadura de Tenis. La pareja tiene tres hijos, Juan Ignacio, Consuelo y Enrique. En estos momentos, Barrero, retirado voluntariamente de la política, preside la Asociación Europea de Arbitraje de Derecho y Equidad y la empresa constructora Provisa.

Es un emeritense que siente, quiere y adora a su tierra y a su ciudad, como todos los Valverde.

La llegada de Andrés Valverde Moreno en 1859 a Mérida ha multiplicado su descendencia por cientos y los hay en todos los campos, especialmente en la medicina y en la abogacía.