La intervención de los viandantes fue crucial para detener a una mujer que huía después de golpear con su coche a una chica de 16 años que cruzaba por un paso de peatones. Este suceso tuvo lugar la noche del viernes, en torno a las doce menos veinte de la noche, en el paso de peatones de la calle Cava, nada más abandonar la conocida como glorieta de la loba, en dirección al centro de la ciudad.

Según el relato de fuentes de la policía local, la mujer, de 58 años de edad, conducía ebria, como así demostraron las pruebas efectuadas posteriormente, y lo hacía superando los límites de alcohol permitidos, en concreto con un nivel de 0,86 miligramos por litro, suficiente para ser juzgada por un delito.

La joven, que tuvo que ser trasladada al hospital para ser atendida de varias contusiones en el muslo, en la cadera y en la muñeca (ya ha recibido el alta), cruzaba el paso de peatones acompañada por un grupo de amigos cuando fue golpeada por el vehículo. La conductora, lejos de parar, continuó su marcha hasta que unos metros más adelante, un familiar de la chica detuvo el vehículo e increpó a la conductora por su comportamiento, aunque esta negaba que hubiera atropellado a nadie. Cuando el vehículo estaba parado, otro viandante introdujo su brazo por la ventanilla y retiró las llaves. Posteriormente llamaron a las policía para hacerse cargo de la conductora.

La mujer, que pasó la noche del sábado en dependencias policiales, fue puesta a disposición judicial y está a la espera de recibir un juicio rápido. Se le acusa de cometer dos delitos. Uno por sobrepasar la tasa de alcohol en los límites establecidos (se considera delito a partir de 0,60 miligramos por litro), y otro por conducción temeraria. Por todo ello se enfrenta a la retirada del permiso de conducir e incluso a penas de cárcel, además de una importante sanción económica.