El puente Lusitania luce su mejor cara. Ya han terminado los trabajos para la sustitución de las luminarias del arco por otras de tipo led, lo que permitirá un ahorro energético del 50%. En total, se han cambiado 28 proyectores que además de disminuir el consumo, reducirán la contaminación lumínica de la ciudad. Al mismo tiempo, se mejora la imagen nocturna del puente, en el que ya se apreciaban numerosos puntos sin iluminación.

La intervención en esta simbólica infraestructura de la ciudad se ha llevado a cabo en varias fases. Comenzó el año pasado con la reposición de 1.680 fluorescentes por luces led, tanto en los carriles de circulación como en el paso peatonal. La inversión fue de 110.000 euros y «no han supuesto desembolso alguno para el ayuntamiento», ya que la cantidad será compensada a la empresa encargada de gestionar el alumbrado público, Enel-Endesa, con el ahorro energético que producen las nuevas bombillas.

La segunda fase, desarrollada esta semana, se ha centrado en el arco del puente, en el que además de las bombillas, se han cambiado los equipos completos. «En esta actuación se consigue un mayor ahorro y un menor impacto ambiental y energético», explicó ayer la portavoz municipal, Carmen Yáñez, en un comunicado. La puesta a punto del puente se ha completado con la instalación de pasos de peatones luminosos para mejorar la seguridad de los viandantes gracias a los fondos de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (DUSI), que financian en esta actuación en un 80%, mientras el 20% restante lo aporta el ayuntamiento.

PENDIENTE DE REFORMA / El puente Lusitania, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, es uno de los símbolos de la Mérida moderna. El 10 de diciembre de 2017 cumplió 20 años sobre las aguas del Guadiana y en las reuniones del Consejo de Capitalidad entre el ayuntamiento y la Junta ya se ha puesto sobre la mesa la necesidad de llevar a cabo una reforma. Así, se tiene que hacer una revisión integral de la estructura del puente y un adecentamiento, trabajos que incluirían una revisión general de la estructura y el estado de los tirantes, una revisión de las barandillas, una limpieza a fondo para eliminar los grafitis y la suciedad acumulada y el repintado de toda la estructura.

El presupuesto para el acondicionamiento del puente supera los 225.000 euros y las últimas previsiones que facilitó la Junta era que comenzara en verano, pero todavía no se ha sacado a concurso el proyecto.