El director del Festival Jorge Márquez me mandó dos invitaciones. Hace tiempo que no iba a una representación. Siempre que voy salgo con un cabreo descomunal. Seguro que estoy equivocado. Y fuí al estreno de ´Yo Claudio´ y salí cabreado.

El personaje principal Héctor Alterio estuvo genial. Se prescinde del marco. Esta obra se puede ver en cualquier otro lugar. La grandiosidad del marco brilló por su ausencia y con una pantalla gigantesca que vimos como en una descomunal televisión que cogía la mitad del escenario para ver los gestos de Alterio. Demasiado sacrificio. ¡Lo que aguanta este Consorcio!

El escenario de teatro romano de Mérida es lo primero, su grandiosidad, donde hay que compaginar luz y sonido, después el actor o actriz y el público.

A Nuria Espert siempre le sobrecogió el marco. Se enfrentó con valentía y transcurría por el escenario con un respeto que admiraba. Su voz se oía sin un sólo micrófono en todo el recinto como a otros actores o cantantes.

La obra muy buena, el escenario no existe y a mi me gusta la obra cuando el escenario forma parte de ella.

En el palco de autoridades el presidente de la Asamblea de Extremadura Federico Suárez, consejero de Cultura Francisco Muñoz, el alcalde de Mérida Pedro Acedo, el vicepresidente de la Junta de Extremadura Ignacio Sánchez Amor , el director general de Promoción Cultural José María Corrales, el concejal delegado de Cultura y miembro del Consorcio Fernando Molina y los dos portavoces municipales Pilar Vargas y Angel Calle.

La obra tuvo un invitado especial, el frío, los que fueron en camisa se acordaron de una chaqueta o una manta, pero se acordaron. Aquí o pasas calor o frío. El escenario del teatro romano es más bello que cualquier obra de teatro por muy buena que sea. ¿Y el Consorcio que opina?