Los profesionales de las ingenierías y los trabajadores de las obras y la conservación de las infraestructuras de todo tipo han jugado un papel extraordinario, pero poco conocido por la sociedad, durante la peor fase de la pandemia. En la recuperación que sin duda llegará cuando se supere esta situación, las ingenierías han de estar en la primera línea del rediseño y ‘reimaginación’ del mañana de Extremadura. De lo contrario, Extremadura perderá talento y riqueza. Así lo ha entendido siempre la actual Junta Rectora de la Demarcación de Extremadura del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, cuyo Decano, en representación de ésta, quiere poner de relieve las oportunidades que para Extremadura se derivan de tres grandes acciones: la llegada del Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, el deseable establecimiento del ‘umbral de saciedad’ en los concursos de obra pública y consultoría, y una mayor participación de los ingenieros en los equipos técnicos municipales.

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (CICCP) es de ámbito nacional y cuenta desde el año pasado con un nuevo presidente, Miguel Ángel Carrillo Suárez, quien, junto con el nuevo equipo nacional, trabaja con intensidad para desarrollar el Plan de Reactivación 2020-2021, en el que uno de los objetivos prioritarios es aumentar la financiación de las distintas Demarcaciones regionales. Carrillo es, además, Subdirector General de Inspección de Servicios y Obras del MITMA.

El CICCP aglutina a 25.000 colegiados, de los que 300 corresponden a la Demarcación de Extremadura, repartidos a partes casi iguales entre las provincias de Cáceres y Badajoz, y con un número creciente de ingenieras colegiadas.

El próximo curso académico 2021-2022 se va a comenzar a impartir en la Escuela Politécnica de Cáceres el Máster en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos. Así lo confirma, el decano de la Demarcación de Extremadura del CICCP, José Manuel Blanco, quien subraya que la Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos es “una hermana más de las ingenierías, con las que tantas cosas compartimos” y que junto con la arquitectura, conforman un conjunto de miles de profesionales siempre al servicio de la sociedad extremeña.

Blanco argumenta esta afirmación en que, tras “el gran confinamiento” vivido y la consiguiente retracción de la actividad económica, llegará un tiempo nuevo en el que las ingenierías han de desempeñar un papel clave. “Queremos que todas las ingenierías y la arquitectura estén presentes en ese ‘amanecer de la nueva etapa’ en la que tanto habrá que hacer y hacerlo bien. Si no tienen un papel protagonista ello pasará una enorme factura a Extremadura. La región está perdiendo a su juventud por lo que debemos lograr que les sea atractivo el quedarse. Muchos grandes profesionales de la ingeniería y la arquitectura se nos van a trabajar fuera de la región en una auténtica ‘fuga de cerebros’. Y no vuelven. Un capital humano que tanto ha costado formar. Tenemos un 15 por ciento de la profesión trabajando en el extranjero y esta cifra es inasumible ¿Qué pasaría si esto sucediera en otras profesiones?”.

“Pero no todo es negativo”, resalta. La pandemia ha traído nuevas oportunidades en todos los órdenes que pueden aprovecharse para retener y atraer talento. Una de ellas es el teletrabajo y una nueva forma de concebir el vivir diario. “Si tenemos unas buenas comunicaciones terrestres, un buen entorno urbano, unas buenas conexiones digitales, un completo y bien ordenado ciclo del agua, y un nuevo impulso a la industrialización y modernización del sector agrícola, fijaríamos más la población y muchas personas con iniciativa podrían venir a Extremadura para vivir y trabajar en este magnífico entorno. Este fenómeno del desplazamiento de lugar de residencia facilitado por el teletrabajo ya se está produciendo en países como Estados Unidos, con denodadas luchas entre ciudades para captar a los profesionales y emprendedores”, explica José Manuel Blanco, quien, además, es miembro de la Asociación Mundial de la Carretera (PIARC), concretamente de su equipo de respuesta a la covid-19.

Blanco señala asimismo que la inversión en infraestructuras tiene un inmediato y eficaz efecto beneficioso económico y social que, si es constante y con el nivel adecuado, tiene un efecto estabilizador para empresas contratistas y consultoras, posibilitando que puedan planificar su futuro e ir ampliando sus plantillas y dotándose de modernos medios y tecnologías que las hagan más eficaces.

Otra de las piedras angulares del discurso del decano del CICCP Demarcación Extremadura es el ‘umbral de saciedad’. Por umbral de saciedad, en sentido estricto, podemos entender aquel punto a partir del cual una oferta contractual no recibe una mayor valoración en relación con un “criterio evaluable de manera automática», es decir, “cuantificable mediante la mera aplicación de fórmulas” matemáticas. Blanco recuerda que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales en resolución del 18 de julio de 2019 estableció que es lícito el establecimiento de un umbral de saciedad en la valoración del precio. Es decir, a partir de determinado nivel de baja económica no hay ya necesidad de dar más puntos a esa oferta evitando así que las empresas, empujadas por la necesidad, presenten tales bajas que al final no obtienen beneficio alguno. El decano recuerda que la labor de ingeniería, como la de arquitectura, son “prestaciones de carácter intelectual” por lo que no tiene sentido, a partir de cierto nivel de abaratamiento, el pretender rebajas aún mayores a un sector disciplinado, útil y con tantas responsabilidades.

Desde la Demarcación de Extremadura se está solicitando a las distintas administraciones públicas que adopten esta forma de valorar la parte económica de las ofertas. “Con el establecimiento del umbral de saciedad se fomentaría que las empresas y consultorías concurrieran a los concursos con ofertas que incluyeran su legítimo beneficio, y así ver el futuro con optimismo y dotarse de nuevas patentes, ampliar plantillas, disponer de personal en formación y programar sus actividades. De lo contrario, estaríamos potenciando el enriquecimiento injusto y a sabiendas de la Administración a costa de un sector que lleva años en situación de gran necesidad”.

Blanco recuerda el excelente funcionamiento de las distintas infraestructuras extremeñas durante el confinamiento extremo. “Todas las ingenierías han hecho posible esto, pero son las grandes olvidadas y desconocidas. Son imprescindibles para diseñar y hacer la nueva Extremadura”, añade.

El CICCP está creando, a iniciativa de su nuevo presidente, Miguel Ángel Carrillo, un Observatorio de la Inversión en Obra Pública, junto con las asociaciones del sector de la construcción, SEOPAN y ANCI, de las ingenierías, como Tecniberia, y asociaciones de ingenieros como la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y de la Ingeniería Civil y el Instituto de la Ingeniería de España, que sirva de foro de encuentro y colaboración con las administraciones.

La ICCP Leticia Lojo Sáiz, Secretaria de la Demarcación Extremadura del CICCP, profundiza en las competencias de la profesión, casi todas ellas desconocidas por la sociedad, como son: vías de comunicación, costas y puertos (no sólo marítimos, también fluviales), hidráulica y energía, urbanismo y ordenación del territorio, estructuras, edificación no residencial, actividad concesional, medioambiente y solución extrajudicial de conflictos. Lojo expone que la Demarcación defiende la formación de equipos multidisciplinares de técnicos en los ayuntamientos en los que los Ingenieros de Caminos tienen tanto que ofrecer y donde pueden desempeñar un papel muy eficaz y rentable. “Podemos aportar mucho en el ámbito municipal debido a nuestra amplia formación y gran polivalencia”, explica.

Finalmente, Leticia destaca el trabajo desarrollado por la Plataforma Profesional y Empresarial para la Reactivación de Extremadura, de la que forma parte la Demarcación de Extremadura del CICCP, nacida ante la necesidad de aunar esfuerzos por parte de los diversos colectivos que participan en el amplio sector de la construcción, las infraestructuras, la industria, la arquitectura e ingenierías en la región, tales como colegios profesionales, asociaciones empresariales, asociación de ingenierías y consultoras, mesa de la ingeniería, la Universidad, Fundación Laboral de la Construcción y la Plataforma Sudoeste Ibérico.