Diego Armando Maradona es pasión. Pero también es esperpento. Su existencia, dentro y fuera de los terrenos de juego, fue y es exageración y ruido. La atención mediática no le abandonó al dejar el fútbol y los escándalos, aunque parezca complicado, van a más. Llamaron show a todo lo que rodeó su presencia en un palco privado en los encuentros de Argentina ante Islandia (1-1) y Croacia (0-3). Lo del martes ante Nigeria (1-2) se le fue de las manos.

El genial exfutbolista se hizo notar desde su entrada al palco en los prolegómenos del encuentro, con un baile con una aficionada senegalesa al ritmo de la música que se reproducía en la megafonía del estadio que fue transmitido en las pantallas gigantes y jaleado por la mayoritaria de la hinchada argentina.

Con el 1-0 anotado por Messi, Maradona extendió los dos brazos al cielo mientras celebraba el tanto que adelantaba a la selección argentina, pero cuando llegó el 1-1 de Nigeria, anotado de penalti por Victor Moses, el astro argentino hizo signos evidentes de desesperación por el resultado que apeaba del Mundial a su selección. El 1-2 en el minuto 86 fue el de la explosión de Maradona. Contenido por algunos de sus compañeros en el palco, se acercó hasta el borde del mismo e hizo el gesto de la ‘peineta’ con ambas manos.

Tras el encuentro, se hicieron virales a través de las redes sociales varios vídeos en los que se veía al exfutbolista y exentrenador salir del palco en malas condiciones y con necesidad de ayuda por parte de sus compañeros de localidad. Él lo negó todo ayer. Nada de problemas cardiorrespitatorios, nada de inyecciones, dijo. El show continúa. Argentina juega otra vez el sábado.