Mi intención primigenia era hablar de Nelson Mandela , o de los famosos 44 días que a los funcionarios nos van a devolver de aquellos "mal donados", en caso que el constitucional nos dé la razón. Pero me encontraba zapeando cuando en el debate de la 1, apareció Joan Tardá , diputado de Esquerra Republicana hablando de preguntas, consultas e independencia.

Uno, que es muy aplicado, escuchó tanto la exposición como el debate con la ilusión de entender la postura de aquel grupo político. Y sí, si que aprendí.

Cádiz, donde nací, es la ciudad más antigua de España, qué digo España, es la más antigua de Europa Occidental. Solo con esto ya me imaginaba mi país gaditano independiente de España, por razones históricas por supuesto, de pronto le sumé que durante poco tiempo fuimos la única España libre, sin franceses, Cádiz capital de España, otro motivo más, esta vez para quedarnos con España y separar al resto. Seguí escuchando otro motivo parejo, Cataluña tiene un 60% de las salidas comerciales al Mediterráneo y el estado español no va a consentir perder esa salida comercial en caso de la independencia, vaya, Cádiz tiene la única vía directa con Africa y éste es un continente, no un mar, además tenemos el estrecho de Gibraltar.

El problema para Tardá era el referéndum con la pregunta independentista que se hará sí o sí, entonces me emocioné, si solo pregunto a los gaditanos mis opciones suben. Esperé al razonamiento de por qué solo a los catalanes y ahí fue donde mis sueños se derrumbaron. Según explicó, la voluntad de un pueblo de independizarse debe ser respetada acorde a ley o en contra de ella. En seguida pensé en un Cádiz soberano, cuánto tardaría Jerez de la Frontera en expresar libremente su voluntad de ser soberano, o Chiclana de la Frontera, si además cada ayuntamiento solo pregunta a los empadronados las opciones son altas.

En definitiva, si Tardá tiene razón, y el estado se lo permite, se podrán independizar hasta las comunidades de vecinos, y eso también lo sabe Europa.