DESEMPLEO

Despreciados por los funcionarios

Alberto Grela // Desempleado

Por dondequiera que vayamos, es muy probable que nos encontremos con alguna u otra oveja negra. Me refiero a la especie humana, o mejor dicho, a esa especie inhumana que prolifera en nuestra sociedad. Es como si a medida que el mundo avanza, nos tuvieran que sacar las palabras con sacacorchos, y cuando por fin nos decidimos a hablar, casi hubiese sido mejor que permaneciéramos callados. En todas las profesiones existen personas competentes y otras que no quieren serlo. En el sector público, también.

En los últimos días, y tras la reciente recuperación por parte del Gobierno del subsidio para mayores de 52 años, muchos desempleados sénior están acudiendo a las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para solicitar dicha prestación. Después de haber sido tratados como proscritos tras la última reforma laboral y como monedas devaluadas en el mercado de trabajo, ahora, muchos de estos desempleados ven la posibilidad de acogerse a un subsidio contributivo que les fue denegado por medio de perversos decretos ley.

No es una limosna lo que solicitan estas personas sin trabajo. Es la restitución de un derecho adquirido con sus cotizaciones por desempleo en cientos de nóminas percibidas a lo largo de su vida laboral. Por si todo este castigo no fuera suficiente, no solo tienen que soportar la atención agria de ciertos funcionarios del SEPE, sino, además, el despotismo de otros con sus comentarios, haciendo juicios de valor fuera de lugar e incluso repulsivos.

Al igual que sucede en otros organismos del Estado, también es responsabilidad del director general velar por que la empatía y la actitud servicial de todos sus miembros sea ejemplar.

OENEGÉS

Empleo precario

David Pasarin-Gegunde // Bilbao

Es normal ver a las puertas de centros de salud o bancos a jóvenes ofreciéndonos colaborar con todo tipo de organizaciones benéficas, luciendo su mejor sonrisa y utilizando, en algunos casos, tácticas de venta a presión propias de los peores métodos comerciales. Es importante saber que las organizaciones que los contratan, en ocasiones por medio de empresas de trabajo temporal, les aplican contratos de trabajo precarios y/o temporales con unas condiciones que muy pocos aguantan mas allá de la semana de prueba. Una práctica perversa realizada por quienes quieren mejorar las condiciones de vida de los residentes en otros continentes y maltratan laboralmente a nuestros jóvenes. Contratos basura para jóvenes explotados que se dedican a captar fondos que revierten sobre todo en sueldos y dietas millonarios que cobran los dirigentes de estas oenegés. La nueva casta del nuevo siglo.