El incendio deValencia de Alcántara

El tremendo desastre del incendio plantea muchas preguntas. Si al otro lado de la frontera, en Portugal, el fuego ya era enorme, ¿no se pudo ayudar con todos los medios a nuestros vecinos? ¿No se pudo prever que podría atravesar la frontera y llegar a la Campiña?

Una vez el incendio penetró en España, si en los bosques de pinos no se pudo contener, ¿cómo se explica que en terrenos más escasos de arbolado y fácil acceso por carretera no se pudiera sofocar? ¿Cómo no se pudo evitar que el incendio avanzara kilómetros y kilómetros afectando a todas las pedanías y rodeando a la propia Valencia de Alcántara?

El Gobierno regional señala que los medios fueron suficientes y la coordinación perfecta. Muchos lo creerán, pero los vecinos de Valencia de Alcántara saben bien que no fue así. El número de bomberos era del todo insuficiente y si el incendio no ha causado mayores desgracias es debido a la actuación de las personas que permanecieron defendiendo sus propiedades y usando las tradicionales técnicas de extinción a pesar de la oposición de los técnicos de Medio Ambiente.

JOSE CORCHERO. Valencia de Alcántara

Habla la mujer deun guardia civil

Soy la mujer de un guardia civil. Esta fue una de las frases con las que empecé, hace dos años, con mucho miedo y desesperación, mi carta a su periódico. Hoy quiero agradecerles su publicación, ya que a partir de entonces vi muchas manos abiertas, sobre todo de mujeres de guardias que, como yo, temían por sus maridos. De todo lo que entonces contaba les recuerdo que mi marido fue sancionado por el teniente de Arroyo de la Luz estando dado de baja psicológica, siendo privado de libertad tres días, metido en su pabellón del cuartel y desobedeciendo los consejos del médico.

Ahora bien, al contrario que a cualquier delincuente o ciudadano español, al que primero se le juzga y luego se le condena, a los guardias civiles primero se les hace cumplir el arresto y luego (si tienen valor) lo recurren. Y así lo hizo mi marido, recurrió y comenzó todo el papeleo guiado por su abogado; al cabo de unos dos años de trámites legales, por fin el tribunal militar de Madrid da su sentencia, dictaminando que mi marido fue arrestado ilegalmente y que se vulneraron sus derechos constitucionales. Yo me pregunto: ¿Y ahora, qué? ¿Qué pasa con los guardias civiles si cualquier teniente de tres al cuarto o mal mando tiene poder sobre ellos y puede privarles de libertad porque sí? ¿O puede amargarles la vida hasta el punto de volverlos medio locos? Porque también quiero resaltar que en Extremadura hay más de 200 casos de guardias con baja psicológica, por no hablar de los suicidios que hay en España.

Ya está bien, por Dios, ya es hora de que a los guardias civiles se les trate como a ciudadanos con pleno derecho, que al que corresponda desmilitarice y democratice el cuerpo (éstas son dos de las muchas cosas que la plataforma de familiares y amigos por la dignidad de los guardias civiles pedimos).

Para terminar, me despido aclarando que tanto en esta carta como en la anterior, desgraciadamente, mi marido no tiene nada que ver, ya que la libertad de expresión es otro de los derechos de los que los guardias civiles carecen y solamente quiero, con ésta, agradecer el apoyo recibido y gritar lo orgullosa que estoy de mi marido y sobre todo de la sentencia a nuestro favor del tribunal militar de Madrid.

GEMMA CASTILLO GALLARDO. Cáceres

La religión enlas escuelas

No entiendo a quienes se oponen a la asignatura de religión en las escuelas. ¿Es malo estudiar el cristianismo, el judaismo, el islamismo...?¿Es mala la doctrina de Jesús? No entiendo que muchos de los que gritaron No a la guerra declaren ahora una guerra a la religión.

JESUS DE ANDRES ARTERO