Bush es un borracho y además está loco". "A Cruyff le regalaron el carnet de entrenador". "Cualquier loco puede dirigir un país y para entrenar a un equipo hace falta carnet de entrenador". Al reguero de frases espectaculares de Dimitri Piterman, nacido en Odessa (Ucrania) en 1963, aunque de nacionalidad norteamericana, se le suma una: "Estoy dispuesto a comprar el Cáceres... dependiendo del precio de la operación".

El huracán Piterman ya roza Extremadura debido a su intención de llevar un equipo de ACB a Santander. Hace dos meses apenas era conocido fuera del ámbito catalán, donde ya dirigía --en los despachos y en el banquillo, pese a no tener título-- al Palamós, de Segunda B. Pero su polémico desembarco en el Racing de Santander le ha llevado a las primeras páginas de los periódicos deportivos, ansiosos de nuevos y ruidosos personajes.

Su biografía es espectacular. A los 14 años su familia emigró a Nueva York. Estudió Economía Política en Berkeley y destacó en atletismo, al tiempo que se hacía rico con diversos negocios inmobiliarios. Se enamoró de España y de su fútbol, del que apenas sabía nada hace seis años. Compró el Racing y ahora se sienta en un banquillo de Primera. Los resultados han mejorado tras un inicio tormentoso. Su filosofía es clara: "Hay que atacar más y defender menos". ¿Valdrá para el baloncesto?