TNtada bueno nos traerá la bronca que se traen PSOE y PP. La ruptura de relaciones políticas entre la oposición y el Gobierno es la peor noticia del año. En los países de raíces democráticas arraigadas, estas cosas no suceden o sólo pasan en períodos de agitación social extraordinaria, que, obvio es decirlo, no es el caso.

Se mire por donde se mire todo en esta situación es negativo para los intereses del común. El líder de la oposición ha dicho que el presidente del Gobierno le ha engañado al no ponerle al tanto de los planes de los socialistas vascos para entablar contactos con la ilegalizada Batasuna. Si unimos esa denuncia a las excusas presentadas por Pepe Blanco , el secretario de Organización del PSOE, llegaríamos a la conclusión de que lo dicho por el señor Rajoy tiene fundamento.

Pero el caso es que todo esto ya es leche derramada. Y ahora habría que preguntarse qué debería hacer el señor Zapatero para enmendar el entuerto. Porque, digámoslo pronto, tal como están las cosas la situación a quien favorece es a la ETA. Favorece a la banda terrorista porque empuja al Gobierno a dialogar en condiciones de prisa, a negociar mirando más al retrovisor que al parabrisas.

En suma, a terminar cuanto antes cediendo quizá más de lo que lo haría si tuviera detrás, apoyando, a todas las fuerzas democráticas. La situación es endemoniada porque a lo dicho se suman las dificultades internas que tiene el líder de la oposición en su propio partido y más concretamente en el seno de la guardia pretoriana.

Mi pronóstico es que hemos entrado en una fase que sólo tiene una salida: la convocatoria anticipada de elecciones. ¿Por qué? Pues porque la tensión con la oposición entra dentro del juego, pero el tener desaforadamente en contra del proceso abierto a un partido que tiene detrás casi diez millones de votantes resulta insostenible y a medio plazo podría aconsejar al presidente la conveniencia de anticipar las elecciones. Quizá para hacerlas coincidir con las municipales. Cuando los políticos se meten en un laberinto como el que estamos, lo mejor es que hablen los ciudadanos; que sean las urnas las que pongan a cada uno en su sitio.

*Periodista