La larga noche de escrutinio de las elecciones municipales, autonómicas y europeas dibujó en España y Extremadura un escenario muy diverso, en el que los pactos poselectorales decidirán el color de muchos ayuntamientos, en ocasiones desplazando del poder a la lista más votada.

A nivel regional, la victoria por mayoría absoluta del PSOE en las elecciones autonómicas permite a Guillermo Fernández Vara formar gobierno sin tener que contar con ninguna otra fuerza política para aplicar su programa de gobierno. Por contra, el descenso del PP de José Antonio Monago no le permitirá influir en esta legislatura; ni tampoco a Ciudadanos, que a pesar de aumentar de uno a siete el número de diputados de la mano de Cayetano Polo, no será necesario, aunque sí lo será en algunos de los principales ayuntamientos extremeños (Cáceres y Badajoz entre ellos). Tampoco entrará en la cámara legislativa Vox, aunque la mayoría de las encuestas daban por seguro que obtendría escaño.

También hubo numerosas victorias del PSOE en feudos hasta ahora regidos por el PP, además de mayorías absolutas socialistas en Mérida, Villanueva de la Serena y Don Benito; y del PP en Plasencia y Coria. En buena parte de las grandes ciudades, a partir de hoy se hará imprescindible alcanzar acuerdos a la hora de nombrar alcalde.

En términos nacionales, el PSOE ganó las elecciones europeas, las municipales y en la mayoría de las comunidades autónomas en liza. Sin embargo, el desplome de Podemos y sus confluencias hace que en muchas administraciones un pacto a la andaluza (PP, Cs y Vox) pueda desplazar a la izquierda del poder. Los candidatos situados a la izquierda del PSOE vivieron una noche amarga. La mayoría de los alcaldes del cambio fueron derrotados (Madrid, Barcelona, las ciudades gallegas, Zaragoza...). La división de la izquierda fue letal para Carmena en Madrid.

Los resultados en Madrid (ayuntamiento y comunidad) son la peor noticia del 26-M para el PSOE y oxígeno para Pablo Casado. El PP, pese a su descenso, evitó el sorpasso de Cs y puede mantener el poder en Madrid y en otros ayuntamientos y comunidades si la derecha (populares y Cs) pactan con la ultraderecha. Es decir, si Casado y Albert Rivera dan legitimidad a la entrada de los ultras en las instituciones. En su balance electoral, Sánchez llamaba a los otros partidos (en realidad, a Cs) a levantar el cordón sanitario al PSOE. Es muy improbable que sea así. En un momento en que en Europa los partidos se conjuran para frenar a la ultraderecha, la derecha española se dispone a darle carta de naturaleza a Vox antes que plantearse un pacto con el PSOE.

En el Parlamento Europeo (con dos eurodiputados extremeños, María Eugenia Rodríguez Palop e Ignacio Sánchez Amor), la presencia de los euroescépticos no será tan alta como se temía. Con una alta participación, el PP europeo ganó las elecciones, en las que los verdes y sobre todo los liberales lograron unos buenos resultados. También en Europa el bipartidismo se tambalea: conservadores y socialdemócratas ya no suman mayoría.