NOSTALGIA

Pasaron las Navidades...

Mary Durán Calle

Cáceres

Siempre me han gustado mucho estas fiestas, por varias cosas... Soy cristiana y nos juntamos toda la familia a la mesa, hacíamos el belén en casa, era una alegría. Pero ahora qué distinto todo... Hay muchos vacíos, en la mesa, en tu vida, y en el alma, ya nunca volverá a ser como era.

Pasó el día de Reyes y volvimos a sonreír al ver las caritas de los niños con los juguetes, y nos ayuda un poquito en la amargura que algunos nos ha quedado en estos días tan señalados...

Volveré al hospital, que aunque parezca una paradoja es donde mejor me encuentro, visitando a mis enfermos, porque allí me doy cuenta que todo el mundo sufre y que si les puedes llevar un poco de consuelo te olvidas de lo tuyo bastante, porque eso se queda dentro de ti y nadie lo nota...

RESPONSABILIDAD

La praxis política

Bernardo Perea Morales

Correo electrónico

Una persona que acepta --o busca-- ser candidato a un cargo político puede ser impulsada por muy diversas circunstancias y sentimientos: desde el navajeo para conseguir ser incluido en una candidatura hasta quien acepta la nominación que le pide la formación política en la que milita. Una observación: la palabra milita, aunque de uso común, no es la adecuada al tratar de asuntos civiles como es la política. Ser mílite (soldado) supone que su iniciativa se agota en el cumplimiento de unas órdenes y sólo en circunstancias muy extremas y de imposible comunicación con sus mandos tiene el soldado el deber de pensar y decidir por su cuenta y aceptar su responsabilidad. No es el caso del ciudadano no encuadrado en el Ejército: en la vida civil sólo tiene unos límites: las leyes, a las que, por supuesto, está sujeto también el soldado. De esa aclaración se deduce que ningún partido político podría exigir a ningún militante por vía civil o penal que aceptase ser candidato para algún cargo, a menos que esa obligación estuviera explícita en los estatutos del partido. Dicho con la expresión popular: a nadie le ponen una pistola al pecho para que acepte ser aspirante a un cargo de responsabilidad política. Una vez aceptada la designación y refrendada en las urnas por los votantes, la obligación del elegido sólo excede a las obligaciones de los demás ciudadanos en que, mientras que cualquier ciudadano está obligado a cumplir las leyes, los nombrados para los cargos citados tienen un plus de obligatoriedad: hacer cumplir las leyes y, como es lógico, la madre de las demás leyes: la Constitución. Omitirlo es hacerse cómplice de una ilegalidad, incluso de un delito punible, evaluable --de oficio o a petición de parte-- sólo por los Tribunales de Justicia. Esto es así de sencillo, aunque suela olvidarse y se viva aparentemente en una democracia, pero en realidad en una dictadura oligárquica. Y todo por confundir libertad política con militancia (obediencia ciega) en lugar de votar o gobernar con previo análisis racional y en conciencia. No olvidemos que también el que vota gobierna o desgobierna.

RECONOCIMIENTO

Un alburquerqueñoen Getafe

Joaquín García Mayo

Correo electrónico

Hace 31 años en vísperas de las primeras elecciones que se celebraban en nuestro país, después de la larga noche de la dictadura; me trasladé a la ciudad de Getafe procedente de Alburquerque, localidad en la que había nacido. Desde mi llegada a esta localidad del Sur de Madrid conecté con gente que habían luchado por la libertad y la democracia de nuestro país, y que deseaban seguir apostando por la defensa del nuevo sistema político que iniciábamos en los últimos años de la década de los setenta.

Hace 25 años el manchego Pedro Castro consiguió la alcaldía de Getafe y desde aquella fecha siempre ha conseguido el apoyo mayoritario de los getafenses. Espero que nadie que conozca físicamente al alcalde Pedro Castro piense que el apoyo hacia su persona se deba a su altura física, sino más bien a su gran altura política de gestión y de lucha por conseguir de las administraciones superiores infraestructuras y servicios de mejoras para lo vecinos de Getafe.

No obstante del reconocimiento de eficacia y de gestión que nadie que conozca a Pedro Castro le puede negar, sin embargo por una frase mal sonante, pero no más que otras que se echan en el congreso, donde se ha acusado al presidente del Gobierno de haber traicionado a las víctimas del Terrorismo y otras que se echan desde cierta emisora, acusando al monarca de traidor por haber abortado el golpe de Estado de Tejero, y jamás he oído a nadie del PP rajarse las vestiduras como ahora lo han hecho contra Pedro Castro.