DESCUIDO MUNICIPAL

Arboles que se caen

Manuel P. Floriano Bravo

Cáceres

A las cuatro y media de la madrugada del día 22, como consecuencia del viento, se desgajó una rama de un árbol de la avenida Virgen de Guadalupe a la altura del número 27, cayendo sobre el coche adaptado a la minusvalía de mi hijo, que estaba aparcado a unos seis metros, produciendo la rotura de la luna térmica del vehículo, un gran agujero en el techo, parte trasera y numerosas abolladuras. Hasta ahí alcanzan los daños. Aún no tengo los datos de la peritación.

Intervinieron los bomberos y la policía local sacando fotos y toda la parafernalia.

Avisé a mi seguro para la futura reclamación ante la autoridad e iniciar los trámites pertinentes. Pero ¡cuál sería mi sorpresa!, que el día 23 antes de las nueve se formó un ruido considerable en la calle, los señores de parques y jardines echaron abajo ese árbol y unos cuantos más de la avenida, por su lamentable estado, pero que no habían ocasionado daños.

Los árboles de esta avenida, están descuidados, con una altura desproporcionada, sobrepasando varias plantas de los edificios colindantes. Necesitan por su lamentable estado una reposición de los muchos que hay deteriorados y algunos podridos.

Me puse en contacto con el jefe técnico, identificándome previamente y ¡claro, no estaba! Hablé con su subordinado, haciéndole una rápida descripción del estado de los árboles, de su desmedida altura y su mala conservación. Respondiéndome que esa sería mi opinión, a ello le respondí que yo sabía muy bien de lo que hablaba por mi experiencia en la materia. Del daño producido al vehículo era normal en esa circunstancia, pero que lo lamentaba.

Por lo que se ve el jefe técnico pasea poco por la ciudad, para ver el área de su responsabilidad. Si así lo hiciera vería las deficiencias, puesto que usted es el técnico.

ACUSADO DE DOPAJE

En defensa de

Marcos Maynar

Manuel Ordiales

Correo electrónico

En relación con la noticia publicada en este diario el pasado día 23, os quiero hacer llegar mi opinión al respecto.

Conozco al doctor Marcos Maynar desde hace muchos años. A lo largo de estos años ha demostrado a todos los deportistas que han pasado por sus manos su entrega a la medicina, a la investigación y, por supuesto, a la salud. Estando, esto último, por encima de cualquier otro objetivo en todos los deportistas que ha tratado.

En lo que respecta a mi trato y experiencia personal con el doctor Maynar, no tengo nada más que agradecimientos hacia su persona. Siempre ha estado disponible, sin importar la hora del día a la que era requerido, nos ha recibido con total entrega y cordialidad.

Esto puede ser considerado como algo normal en un médico que vive su profesión al 100%, pero, el doctor Maynar, va más lejos. En su entrega a la medicina deportiva y a los deportistas no hay medida, lo hace con total desprendimiento, el único interés que le mueve y motiva es el bienestar y la salud de aquel que solicita su servicio. Todavía estoy esperando el cobro de una factura por los servicios y consultas prestadas a mi grupo de atletas.

En todos estos años que lleva atendiendo deportistas extremeños, lo único que ha hecho con ellos ha sido tratar su salud sin proporcionar en ningún momentos sustancias dopantes , como se indica en la noticia de la que se hace eco este diario.

Vuelvo a insistir, en lo que a mi grupo de atletas se refiere, todos han pasado numerosos controles de dopaje resultando siempre negativos, algo que indica muy a las claras el trabajo limpio y honesto que realiza el doctor Maynar.

En estos momentos tan difíciles, quiero expresar mi más sincero apoyo a su persona y su profesionalidad y creo que son muchos los deportistas extremeños que deben de sentir este mismo sentimiento.

Entrenador de Atletismo.

MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS

Vegano contra la crisis

Carlos Vera

Correo electrónico

Hace 20 años me hice vegano, es decir, dejé de consumir productos de origen animal. Mi motivación principal fue el respeto a los animales, aunque al poco tiempo vi que mi salud y mi economía mejoraban con el cambio. Ahora me he dado cuenta de que además, estoy contribuyendo a paliar la crisis económica y medioambiental global. ¿Cómo? Pues muy sencillo: por cada bistec de 200 gramos se necesitan 20 kilogramos de cereales para engordar a la vaca y 200 litros de agua para que beba. Está claro, por tanto, que la eficiencia energética de los vegetales es muy superior a la de los alimentos de origen animal.