LA ELIMINACION DE BIN LADEN

Murió el diablo

Martín Sagrera

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Murió el diablo. El otro. La historia se repite. El diablo es el dios de los vencidos, y su demonización es un ardid más de guerra para aplastarlos culturalmente.

Muerto, tras larga agonía, el comunismo soviético, el islamismo de Bin Laden era el diablo que justificaba el aplastamiento de los pueblos del islam.

Ha muerto ese diablo tras la decadencia de su presunto poder, según revelan las revueltas árabes. Descanse, y descansemos, en paz.

HOMENAJE A LA ESCRITORA

Las manos de

Almudena Grandes

Eloise Liyu

Cáceres

Frágiles y a la vez enérgicas, adornadas únicamente por un modesto anillo de plata coronado por una piedra negra, se movían frente a su cuerpo mientras su voz iba narrando a los asistentes aquello que se había ido forjando en su mente y ella había ido plasmando en papel.

Y fue Inés el nombre que dijo a la vez que movía las manos de aquella manera peculiar, torcía el labio y volvía a dar vueltas a sus dedos en el aire. Fue Inés porque la tenía dentro desde hacía tiempo, porque la llevaba pegada a su oído dejando que le contara historias, peleándose con ella, a veces haciéndole gestos de entendimiento.

Y sobre todo fue Inés porque ella llevaba varios años apareciéndosele en sueños, mostrándole imágenes de lo que quería que fuera su vida, enseñándole fragmentos de una historia que estaba todavía sin escribir.

Ahora ya tiene su vida hecha, ya ha conseguido lo que quería, ya ha cumplido sus inquietudes. La tinta le ha dejado existir y esas manos le han dado forma.

Ahora la sombra de Almudena lleva otro nombre, sus dedos son guiados por otra voz, sus sueños los ocupa otra historia.

Pero sobre todo sus manos se expresan de otra manera, porque esas manos se mueven al compás de lo que siente y de la historia paralela que anida en su interior. Esas manos las mueve la nueva protagonista que se expresa a través de ella para poder salir un segundo al mundo exterior y decirnos a todos que existe.

AGRADECIMIENTO

Buena atenciónante un infarto

M Luisa Martín Colomer

Cáceres

El pasado Domingo de Ramos mi marido sufrió un infarto de miocardio con pronóstico grave. Desde aquí quiero dar muchísimas gracias a la Policía Local de Jerez de los Caballeros, que con su profesionalidad y toda la rapidez posible lo llevaron al centro de salud en coordinación en todo momento con el mismo, por lo que se pudo organizar el traslado al hospital Infanta Cristina, de Badajoz, sin demoras, tan poco recomendables en estos casos. Gracias a Nacho, médico de la UCI Móvil y a todos los que en esos momentos estuvieron con nosotros. He de decir que me quedé asombrada de la profesionalidad de todo el personal sanitario de este hospital, donde éramos informados en todo momento, con afecto y claridad, tanto mis hijos como yo, de cada cambio de situación y de cómo se estaba actuando ante ellas; cosa esta que no hemos encontrado en otros hospitales.

De nuevo, gracias a todo el equipo de la UCI, a la planta de Cardiología, a todos los que son su exquisita amabilidad consiguen que en las largas esperas nos sintamos, si puede ser, un poco más tranquilos.

Gracias a todos por poder estar de nuevo en casa juntos y sobre todo y con mayúsculas, gracias a Dios por darme unos hijos, una familia y unos amigos que no se han separado de mi lado ni un instante. Gracias de corazón.