TStabemos lo que queremos. Este país no es tonto, sabe lo que quiere y cuando lo quiere. Este país llamado España sabe lo que quiere y lo que no quiere, y por encima de todo quiere la verdad. Después quiere paz, quiere vivir en paz y que el resto de los pueblos vivan en paz. Aznar ha pagado muy cara su afición a echar gasolina a las hogueras de Bush.

Fue una noche muy larga la del día de reflexión. Uno luchaba interiormente con dos fuerzas, con el asco que siempre le ha producido ETA y su entorno, y con la repugnancia que le producen los fundamentalismos, las bravatas imperialistas y la chulería barriobajera. España no reflexionó solamente, discutió y mucho. El Gobierno, con el servil Urdaci a la cabeza, intentaba seguir metiéndonos la autoría de ETA a golpe de película en la televisión pública Asesinato en septiembre , de Querejeta. En emisoras como la COPE se llegó a escuchar a una oyente decir que "Carod Rovira tiene acogidos a muchos marroquíes" y ciudadanos y ciudadanas seguidoras de Rajoy se rasgaban las vestiduras porque un puñado de ciudadanos exigía a gritos la verdad ante las sedes del PP. Rajoy sale a la tele y dice que la voz del pueblo, su clamor, es ilegal... Rubalcaba le responde. Los de las vestiduras dicen que Rubalcaba es ilegal en jornada de reflexión. España discute, luego se duerme con el recuerdo de doscientos asesinados en nombre de nada.

Pero amaneció la democracia y vencieron las urnas. Hemos votado unidos como fuimos unidos a la manifestación del viernes. Aunque los resultados arrojan que hay dos Españas: la que se manifestó cuando la guerra y contra el terrorismo y la que únicamente se manifestó contra el terrorismo.

*Dramaturgo