El presidente del Gobierno de Extremadura en el último debate sobre el estado de la región, anunció un plan, a mi juicio muy acertado, para poner en valor las plazas de toros más emblemáticas de la región. Es un proyecto de conservación, restauración y promoción, enmarcado en el Plan Regional de Promoción y Difusión del Toro. Esta es buena razón para traer a esta tribuna una de las plazas de toros más significativas de la región extremeña.

El Decreto 17/1992, de 10 de Marzo, DOE nº 22 de 17 de Marzo, declaró Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento la Plaza de Toros de Cáceres."La construcción de la plaza es un proyecto que comienza a gestionarse en 1839, aunque las obras darían comienzo más tarde, en 1844, quedando concluida en 1846. El autor del proyecto fue el ingeniero Secundino Pelilla , y su principal artífice el constructor Tejada .

Cuando a mediados del siglo XIX Pascual Madoz visita Cáceres con objeto de recoger datos para su diccionario Geográfico-Histórico-Estadístico de España, califica esta plaza recién construida como la mejor del país: "Sin duda es la mejor de España" (Artículo 1º del Decreto citado).

Del Archivero Municipal don Antonio Rubio Rojas (q.e.p.d.) traigo aquí, un estudio de los más completos y quizás no muy conocidos de la plaza de toros de Cáceres de sumo interés para el conocimiento histórico de ese inmueble que es Bien de Interés Cultural y por lo tanto bien a proteger por su importancia cultural declarada.

Según el cronista cacereño, la aspiración cacereña de contar con un coso taurino se remonta al siglo XVIII, con anterioridad, en años, a la construcción de la plaza de toros de Ronda. Los acontecimientos derivados de la Guerra de la Independencia y ulteriores crisis políticas y económicas, a que aquella dio origen, aplazaron tales iniciativas que no llegaron a materializarse hasta agosto de 1846, en que fue inaugurada la misma. Precisamente en el mismo año en que se inauguraba la desaparecida plaza de toros, el Coso de Tejares, de Córdoba.

XLOS LIDIADORESx del cartel inaugural alabaron las instalaciones de la plaza cacereña, hasta asegurar que era la mejor de España, y era de justicia dicha apreciación, teniendo en cuenta que por entonces todos los tendidos de sol de la plaza de toros de la Maestranza sevillana eran de madera. El tendido alto de la de Córdoba también lo era de tal material y la de Ronda carecía de callejón. Mientras que la plaza de toros de Cáceres era toda de fábrica y en ella alternaba el ladrillo con un material tan noble, como el granito. Contaba con corrales,

Sobre terrenos cedidos por el ayuntamiento en la Era de los Mártires, una sociedad de accionistas, formada por vecinos de Cáceres, acometió la obra, cediendo sus derechos, mediante una participación económica convertida en acciones, la Diputación Provincial, que tras la Ley de Beneficencia de Espartero (1842), detentaba el derecho a la construcción y explotación de dichos edificios tras fundirse en la Beneficencia Nacional, Provincial y Municipal, las distintas cofradías, fundaciones e instituciones que, en algunos casos, detentaban tales cosos taurinos para atender a sus fines benéficos.

El coso cacereño pasó por no pocos avatares, el resultado deficitario de algunas corridas de toros, hicieron pensar a la Sociedad propietaria, en el último cuarto del siglo XIX, en su derribo, para, con el importe de la venta de su solar construir un Teatro.