TNto es la primera vez que una foto de Letizia Ortiz --realizada durante el transcurso de la cena ofrecida por el presidente de Chile durante la última visita oficial de los Príncipes de Asturias, a ese país--, causa estupor y preocupación, debido a su extrema delgadez. Un problema que no está relacionado con su salud por más que sean muchos los que están convencidos de que padece anorexia, y sí con su forma de vestir. Algo que Letizia no está dispuesta a cambiar, de momento, porque piensa que esas blusas de cuello Halter, le favorecen, cuando la realidad es que debería desterrarlas de su armario, por una sencilla razón: todas las mujeres tenemos un punto G que procuramos ocultar con vestidos, pantalones, faldas o blusas. De ahí que sean muchas las que por tener unos kilitos de más han optado por las fajas-coraza , que modelan la figura y evitan que se noten los michelines. Hay otro grupo, las más comodonas, que prefieren la ropa holgada, y una mayoría las mangas francesas que llegan hasta el codo y ocultan la flacidez de los brazos, que es precisamente la parte del cuerpo de Letizia menos favorecedora, debido al mucho tiempo que pasa en el gimnasio, lo que ha fortalecido sus músculos, consiguiendo con ello un efecto extraño: huesos muy prominentes y brazos extremadamente delgados, con protuberancias muy marcadas, cuando lo cierto es que tiene un cuerpo armonioso como bien pudimos ver el pasado verano en las fotos que le hicieron en biquini, cuando se encontraba con su marido y sus hijas de vacaciones en Baleares, Unas fotos que dejaban al descubierto su anatomía, y que deberían de haber servido para acallar a quienes piensan que su delgadez está relacionada con la comida.

Doy fe, aún a sabiendas de que lo fácil es decir lo contrario, que la Princesa come como una lima, que no le hace ascos a un cocido, a unas lentejas, a una buena fabada asturiana, a la fruta, a los huevos, a la carne o el pescado. En definitiva come todo lo que los médicos recomiendan para no engordar y estar sana. Si a eso le sumamos el deporte que hace, y que no fuma ni bebe, comprenderemos por qué le resulta tan difícil coger kilos.

Podría poner muchos ejemplos de mujeres delgadas y sanas, desde Susana Griso a Isabel Preysler , pero en esto como en tantas otras cosas no hay secretos, basta con llevar una dieta sana, que ella lleva. Conozco chicas anoréxicas que apenas pueden moverse de la cama, que llevan la enfermedad reflejada en el rostro y no digamos en el cuerpo, siendo así ¿cómo va a estar anoréxica Letizia si tiene una agenda endiablada, casi siempre en lugares públicos, sin dar muestras de cansancio o enfermedad?

A Letizia debemos respetarla por lo concienzudamente que desempeña su papel, y pedirle, que se relaje un poco, que disfrute de lo que hace y de lo que ha conseguido en un tiempo récord, lo que le permitiría vivir menos estresada y más feliz.