WPw or muy enjundioso que sea el debate que celebren el día 21 en Canal Extremadura los candidatos del PP y PSOE al Parlamento Europeo, será difícil que logren igualar la polémica preliminar que esa cita está generando. Primero fue que la televisión autonómica no negoció con el PP los pormenores del mismo y ahora, una vez solventada esta cuestión, es el PP el que sorprende a todos dando el cambiazo y designando a la eurodiputada Pilar del Castillo para que se enfrente al eurodiputado socialista Alejandro Cercas, en lugar de la candidata extremeña María Auxiliadora Correa, que era hasta ahora lo previsto.

Con esta decisión, el PP arruina una de las principales razones por las cuales va a tener lugar ese enfrentamiento: que los extremeños se ilustren de las ideas que sus paisanos candidatos quieren llevar a Estrasburgo. Cambiar a Correa por Del Castillo es un desplante para la concejala de Puebla de la Calzada, que irremediablemente queda desairada por su propio partido. Y es un desplante, sobre todo, para los votantes a los que se dirige el debate, que tienen derecho a que quienes le van a pedir el voto conozcan los problemas de Extremadura y su posible solución en Europa. Pilar del Castillo no cumple, a priori, ese requisito. Los dirigentes del PP lo saben y por eso se han lanzado a impostar las muy superficiales relacionales de Del Castillo con Extremadura para ver si cuelan. La conclusión de todo ello es que el PP prefiere salvaguardar los intereses propios --colocan a Del Castillo frente a Cercas, porque si Correa debate con éste sobre Europa la discusión sería desigual-- a costa de los de los votantes.