Esta semana nos trae noticias y declaraciones que dejan patente la situación de España, siendo la precursora de otras muchas, si gana Sánchez las elecciones.

La misma tarde que Pedro Sánchez se dedicaba a hacer como que tomaba notas sobre lo que quiera que hubiera en ese papel que le mantenía absorto, evitando contestar preguntas incómodas durante el debate en televisión, esa misma tarde, a Josep Bou, concejal del PP y a otros invitados a los premios de la Fundación Princesa de Girona, les escupían, insultaban e impedían que circularan libremente por su ciudad, Barcelona. Mientras, el Jefe del Estado, el Rey, entraba por un acceso lateral al lugar donde se celebraban los premios, para evitar lo que sufrieron los invitados al evento.

El Gobierno no puede o no quiere prevenir estos actos violentos; es la consecuencia de la necesidad de pactar con los partidos independentistas que prevé Pedro Sánchez y que le obliga a permitir una impunidad a los separatistas que campan a sus anchas.

El martes, el ministro Ábalos, comentando los nefastos datos del paro del mes de octubre, «ilustraba» a los españoles diciendo que el paro había subido porque hay más confianza en encontrar empleo. Nos toma por tontos, no encuentro otra explicación ni la merece.

El miércoles, miembros de los CDR declaraban ante el juez que Torra pretendía ocupar el Parlamento y declarar la República de Cataluña. Mientras, Pedro Sánchez hablando de la extradición de Puigdemont, le preguntaba con impaciencia y arrogancia a su entrevistador ¿de quién es la Fiscalía? del Gobierno, pues eso. El sanchismo no distingue entre su interés y los asuntos de la Justicia, degradando continuamente las instituciones del Estado.

Y acabamos con la noticia de que Bruselas rebaja en cuatro décimas el crecimiento económico de España, pero no hay que preocuparse: Sánchez propone como solución a la recesión económica que Nadia Calviño sea vicepresidenta. Sí, la misma que propuso recortar el presupuesto de la Política Agrícola Común y que ha rebajado la calidad de la cobertura de internet en el medio rural, discriminando a los habitantes de nuestros pueblos.

Esta semana deja claro por qué estas elecciones son cruciales para evitar la crisis económica, el paro, el bloqueo, el desgaste de las instituciones y especialmente, para defender la unidad de España.

*Ingeniera agrícola y diputada del PP.