TNti diálogo ni legalización, es la fórmula del ministro del Interior Pérez Rubalcaba para acabar con ETA. Si el presidente del Gobierno, que es un comunicador tan extraordinario, desmintiese cualquier posibilidad de renegociar con ETA tan clarito como su ministro, ¡qué bien nos iría, cuánto tiempo dejaríamos de perder en la dialéctica suicida de si podemos fiarnos (o no) de que Zapatero no volverá a dialogar con los terroristas, o si hasta que diga "derrotar" a ETA no será de fiar (¿o sí?), o que por qué no retira la autorización del Congreso para negociar con la banda si quiere que le creamos! Pero Zapatero o no sabe o no puede o no quiere hablar tan claro como Rubalcaba. El sabrá por qué. Y el miedo a confundir deseos con realidad hace que quienes pensamos que ha aprendido la lección, sin coincidir en nada con quienes ya le ven en el papel de "traición, dos", nos reservemos la opinión sobre que de verdad alberga este presidente del gobierno en su corazón.