Alguien está llamando continuamente a mi teléfono para ofrecerme unas ofertas que yo no he pedido, pero agradezco que en tiempos de crisis se acuerden de mí a cualquier hora del día para hacer que mi economía mejore. Como es de bien nacidos ser agradecidos, yo también quiero llamarles para comentarles las ofertas que he visto. ¿Que no les interesan? No importa, volveré a insistir otro día con el fin de ver si han cambiado de opinión, y otro y otro y otro... Lo mismo que hacen ellos. Claro que yo lo tengo algo difícil, porque no tengo su teléfono. Así que apelando a la igualdad: como yo no les llamo, que nadie me llame. Cuando esté interesada en alguno de sus productos, ya llamaré al departamento de atención al cliente, que digo yo que para algo está.

Mari Cruz Elvira **

Correo electrónico