Decía Roberto Bolaño que "cada lector tiene la librería que se merece". Hay quien se conforma con leer algún super ventas recomendado y hay quien tiene en casa una auténtica biblioteca. La industria literaria se mueve a pasos de gigante, por ello hay que preguntar a quien mejor la conoce, los libreros, para que hagan sus apuestas, tanto para lectores empedernidos como para las personas que parecen tener alergia a los libros. Y ellos lo hacen.

Desde la librería El Quijote, en plena calle del Sol, recomiendan a los placentinos más jóvenes las lecturas de Casi sin querer y Cuando abras el paracaídas de Defreds, o el esperado desenlace de Harry Potter, El legado maldito , que según Alvaro Hurtado, uno de los socios de la librería, ya cuenta con "un montón de reservas". En cuando a la literatura para adultos el librero recomienda las lecturas de La maldición de la reina de honor , La viuda o La tierra que pisamos entre otros.

Desde la librería Tintero recomiendan Los herederos de la tierra , y el super ventas La chica del tren . Para los jóvenes, Juan Angel Bermejo aconseja la lectura de la saga Divergente .

José Luis García Araujo, propietario de la librería Mayorga, la más veterana de la ciudad, recomienda El libro de los Baltimore de Joël Dicker, Manual para mujeres de la limpieza , de Lucía Berlin o Los herederos de la tierra , la continuación de la Catedral de mar , la obra de Idelfonso Falcone en la que se inspira la nueva serie de Antena 3 y que se grabará en parte en Cáceres.

Y por último, Alvaro Muñoz y Cristina Sanmamed, de la Puerta de Tannhäuser, fieles a su filosofía recomiendan Estrómboli , una obra de Jon Bilbao editada por Impedimenta, Stoner , de John Williams y Cien centavos , del extremeño César Martín Ortíz. Un libro que se llama Cuentos tradicionales de Japón , de Richard Gordon, Nada crece a la luz de la luna de Torborg Nendreaas y Partir , de Lucía Baskaran.

Con el final de las vacaciones a la vuelta de la esquina, muchas librerías de la ciudad ya trabajan de lleno en la campaña de los libros de texto. En algunas ya hay más ajetreo de lo habitual y las colas empiezan a ser más largas, aunque "podrían serlo más", se indica en una de ellas. Con la vuelta al cole el gremio vuelve a poner sobre el mostrador la polémica de la competencia desleal.

Los libreros saben que en algunos colegios concertados de la ciudad se venden libros de texto, también en los grandes almacenes, que suelen vender a precio de coste para que las familias compren otros productos relacionados.

Todos los libreros consultados por este diario coinciden en el flaco favor que tanto las asociaciones de madres y padres de los colegios concertados como los grandes almacenes hacen al gremio de los libreros e insisten en que desde las instituciones deberían regular con una normativa la venta de libros de texto. "Nosotros tenemos la librería abierta durante todo el año pagamos nuestros impuestos, la seguridad social de nuestros trabajadores y tenemos el riego de que los libros no se vendan".

Todos los libreros, excepto Alvaro y Cristina, de Tannhäuser que no forman parte de esta industria, se manifiestan indignados con esta "competencia desleal".