El Ayuntamiento de Plasencia ha dado el visto bueno al último trámite que le quedaba para permitir la ubicación de una planta fotovoltaica en la zona sur de la ciudad. En el primer pleno presencial de la nueva normalidad, toda la corporación votó por unanimidad a favor de la aprobación provisional de una modificación puntual que es necesaria en el Plan General Municipal para que la planta solar se pueda instalar.
Ahora, la documentación de esta aprobación se enviará a la Dirección General de Urbanismo de la Junta para que dé la aprobación definitiva.
Como explicó ayer el concejal de Urbanismo, José Antonio Hernández, esta modificación supone establecer una subcategoría en un suelo no urbanizable protegido para permitir la instalación, promovida por la empresa Naturgy. Se han establecido 1.970 hectáreas de terreno para poder ubicar esta planta, que supondrá una inversión de «casi 17 millones de euros y la creación de unos 100 empleos directos durante su construcción».
El PSOE se mostró ayer «claramente a favor» del proyecto, al igual que Unidas Podemos, que destacó la opción de la energía solar, aunque «el modelo de multinacionales no es lo nuestro». Ciudadanos también destacó que se trata de «una industria sostenible que genera empleo».
Debate bronco
Debate broncoNada que ver este debate con el que se generó a la hora de aprobar el reglamento de funcionamiento del pleno. Se habían presentado 13 alegaciones, 7 del PSOE, 5 de Ciudadanos y una de la alcaldesa de San Gil, Esther Sánchez, que intervino en el pleno para denunciar que el texto «cercena el derecho a la participación ciudadana de los placentinos, pero también de San Gil y Pradochano» y anunció que tomará acciones legales. El portavoz del PSOE, Alfredo Moreno, dijo que presentaría un recurso y realizó numerosas descalificaciones hacia el alcalde, al que llamó «dictatorial, la representación autoritaria del PP, vestida con piel de cordero» porque el reglamento le permite intervenir «cuando quiera». Cuando Fernando Pizarro empezó a contestarle, Moreno le interrumpió y comenzaron a hablar ambos a la vez hasta que la portavoz de Unidas Podemos y el secretario pidieron orden. “Usted no me da lecciones de democracia ni de nada”, replicó Pizarro. Toda la oposición votó en contra aludiendo también a que suprime la participación ciudadana.
