Al igual que han hecho en Mérida, un grupo de desempleados de la ciudad y la zona norte inició anoche una acampada, en plena plaza de la catedral, para reivindicar, ante todo, una renta básica de al menos 600 euros y más empleo público.

La improvisada acampada de la dignidad la forman una docena de personas que han decidido montar sus tiendas de campaña y permanecer en la calle hasta conseguir sus objetivos. A primera hora de la noche les acompañaron más personas, todas a la espera de si la numerosa policía congregada les desalojaba.

Es un paso más y novedoso en la movilización que ha comenzado a surgir entre el colectivo de desempleados de la ciudad, apoyados por la Plataforma por un Empleo Digno y por Izquierda Unida. La concejala del PSOE Flor Prieto también quiso acompañar a los acampados en un primer momento.

La decisión de acampar surgió a las puertas del pleno, en la asamblea convocada por la plataforma y a la que acudieron unos 40 desempleados que "ya no podemos más. Yo no descarto incluso una huelga de hambre porque esto es un genocidio", señalaba uno de los acampados.

Así, poco antes de terminar el pleno --con presencia de la policía local y nacional-- se marcharon a la plaza de la catedral, donde montaron una lona para protegerse de la lluvia y tiendas de campaña. El jefe de la policía local acudió a pedirles que se marcharan porque "no está permitido acampar en la calle, hay que pedir autorización", pero los acampados se negaron. Al cierre de esta edición, seguían pendientes de si la decena de antidisturbios de Cáceres, ante la catedral, les desalojaba o no.