Su caso fue diferente al de otras personas que viven en la calle. Diego, un trujillano de 72 años laringectomizado por un cáncer, vivió durante julio de agosto en Plasencia, junto a un parque del barrio de Río Jerte que se encargaba de limpiar y recibió ayuda de varias vecinas, de la portavoz de Unidas Podemos, Mavi Mata, de Cáritas y de los servicios sociales del ayuntamiento. Lo último que se ha sabido de él ha sido que iba a por comida al comedor social de la organización religiosa y que el ayuntamiento le pagó un hostal para que pudiera dormir bajo techo hasta que le encontraran plaza en una residencia. Ahora, ha desaparecido

Según la información del ayuntamiento, le consiguieron una plaza en Jarandilla de la Vera, pero debía "colaborar y querer ir". Nunca llegó a entrar y, en cambio, "dijo que se iba a Bilbao", donde precisamente había estado trabajando "durante 47 años", como él mismo contó a este periódico a las puertas del comedor social.

Había vuelto a Extremadura, su tierra natal, tras una serie de problemas familiares, de salud y económicos, aunque cobraba una pensión y estaba viviendo de alquiler hasta que se le agotó el dinero. A mediados de septiembre, le buscaron un techo y, a finales, "cobró la pensión y desapareció".

Es lo que sabe de Diego Jessica de Arriba, trabajadora social del comedor de Cáritas. "Hablé con una trabajadora social del ayuntamiento y me dijo que se le había estado pagando el hostal hasta el día de cobro. Le buscaron una residencia, pero no quiso entrar, la verdad es que es una persona independiente y autónoma y también lo entiendo. Aquí dejó de venir".

Mavi Mata ha seguido de cerca su caso porque ella también es de Trujillo. Ha preguntado en el ayuntamiento y le han dicho "que le dijeron que debía volver a Bizkaia porque tiene pendiente un juicio por gananciales por su divorcio". Precisamente, una hermana de Diego se ha puesto en contacto con ella para intentar localizar a su hermano. "Me ha contado que su madre falleció cuando eran jóvenes y que ella quiera retomar el contacto, que vuelva y cuidar de él, pero ahora no le encontramos".

Justo el viernes, desde los servicios sociales del ayuntamiento le han comunicado que en el hostal donde se alojó dijo que volvía a su lugar de residencia, Ellorio, en Bizkaia y también le han facilitado el contacto de su trabajadora social allí. "Pero está en ese pueblo solo lunes, miércoles y jueves, así que hasta el lunes no puedo hablar con ella".

Su intención es poner en contacto de nuevo a los hermanos y que Diego tenga otra oportunidad de una vida mejor para que no vuelva a la calle.