Atentar contra el patrimonio histórico tiene consecuencias muy graves, es una cuestión penal y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias". Con esta dureza habló ayer el alcalde al referirse a la aparición de una pintada en la puerta Berrozana, uno de los accesos a la ciudad que forma parte de la antigua muralla del siglo XII y que fue declarado conjunto histórico-artístico en 1958, según recordó ayer Fernando Pizarro.

Una técnico municipal descubrió la pintada el martes por la tarde y el propio alcalde informó tanto a la Policía Local como a la Nacional para dar con su autor. Se da la circunstancia de que la pintada es "una firma que está catalogada en los archivos de ambas policías, por lo que creemos que está identificado. La policía local se está coordinando con agentes locales de otras localidades e interpondrá una denuncia ante la Policía Nacional, al igual que se hizo con el grafitero que realizó pintadas por toda la ciudad y también en el patrimonio porque pintó en el puente Trujillo".

El alcalde no dio ayer datos sobre el presunto autor de la pintada en la puerta Berrozana porque la investigación sigue abierta, pero sí dijo que hay sospechas de que es la misma persona que pintó hace un tiempo sobre una ilustración realizada por un artista local en el edificio de los servicios sociales y que "pudo ser detectado por las cámaras de seguridad de una gran superficie próxima a ese edificio".

Además, Pizarro colgó en una red social la fotografía con la pintada en la puerta Berrozana y "en el debate que se generó, un usuario que considera un héroe al autor le identifica", subrayó.

COSTE DE 519,58 EUROS Hizo hincapié además en la gravedad de este tipo de pintadas sobre el patrimonio histórico, por un lado, por el elevado coste de eliminarlas --la UTE de limpieza lo ha presupuestado en 519,58 euros-- y por otro, porque "al tener que utilizar determinados productos, el granito, se debilita y se deshace".

Con todo, quiso aclarar que "esto no quiere decir que estemos en contra de los grafiteros" y de hecho, recordó el trabajo educativo que se realiza a través de la escuela de ocio de grafiti. Además, el ayuntamiento tiene habilitados espacios para que los artistas urbanos puedan pintar. "Entiendo que uno quiera ser artista, pero hay que pintar en los sitios preparados para ello". Según sus datos, las pintadas se han reducido en un 90% y apenas las hay en monumentos (alguna se ha eliminado en los Arcos y en la calle de la Encarnación), pero "de vez en cuando aparecen desaprensivos que atentan contra el patrimonio individual de las personas y contra el patrimonio histórico-artístico, que es propiedad nuestra y de generaciones venideras".