La Guardia Civil de Jerez de los Caballeros detuvo este martes a cuatro vecinos de Olivenza por la supuesta realización fraudulenta de 86 contratos de telefonía móvil. En concreto, están acusados de 29 delitos de estafas, usurpación de identidad, falsedad documental y apropiación indebida, según informaron ayer fuentes de la Comandancia de Badajoz.

La investigación, bautizada como operación Galteo, se puso en marcha hace 18 meses cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de las estafas sufridas por varios vecinos de la comarca de Los Llanos de Olivenza.Estas personas relataron y coincidieron en que alguien utilizaba sus datos personales y números de cuentas bancarias, contrataba servicios de líneas telefónicas y adquiría productos electrónicos financiándolos en su nombre sin su autorización.

A raíz de las denuncias presentadas y fruto de la «laboriosa» investigación desarrollada por los agentes, así como del análisis y contraste de un gran volumen de documentación, se pudo averiguar la supuesta implicación en las acciones delictivas del titular de un antiguo establecimiento de telefonía móvil de Barcarrota. Esta persona, una vez finalizó la actividad y cerró el negocio, conservó los datos de antiguos clientes para, supuestamente, utilizarlos de una manera fraudulenta en connivencia con las otras tres personas ahora detenidas.

Esas personas realizaron de una forma irregular 86 contratos con los que financiaron y contrataron servicios de telefonía haciendo uso de la identidad de 29 clientes, a los que les cargaban en sus cuentas corrientes los consumos y servicios, así como la financiación de terminales adquiridos de media y alta gama que, posteriormente, vendían a terceros a bajo precio. En la investigación se pudo averiguar que los clientes afectados son de Murcia, Valladolid, Cádiz, la comarca pacense de La Serena y, en su mayoría, de la comarca, también pacense, de Los Llanos de Olivenza.

Con las pruebas, la Guardia Civil detuvo al titular del establecimiento y a uno de sus cómplices como presuntos autores de los delitos de estafa, usurpación de identidad y falsedad documental, e investigaron a los otros dos por delitos de estafa y apropiación indebida, respectivamente. Obtuvieron de una manera fraudulenta 26 terminales móviles, televisores y tablet, con unos beneficios de 22.300 euros.

La operación sigue abierta y la Guardia Civil no descarta que se presenten más denuncias de personas que hayan podido ser víctimas de hechos similares.

Los detenidos, tras ser puestos a disposición judicial, han quedado en libertad con cargos.