Monesterio acoge sus IV Jornadas Filosóficas en colaboración con las Facultades de Filosofía y Bellas Artes de Sevilla Tres conceptos indisolubles: intentar desvelar el secreto de la felicidad a través del pensamiento; exteriorizar satisfacciones para alcanzar la meta del bienestar, casi como un deber del ser humano y a todo esto, plasmar en un lienzo las sensaciones y emociones que transmiten los pensadores, dibujando, en directo, las percepciones sustentadas en la temática del debate.

¿Es posible la felicidad humana en un mundo existencialista, tecnológico y robotizado? A este y a otros interrogantes intentaron dar respuesta más un centenar de personas durante la celebración de la IV Jornada Filosófica de Monesterio, organizada por el ayuntamiento, en colaboración con el Centro de Estudios Heideggerianos, de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Sevilla, y de la Facultad de Bellas artes.

«El objetivo de la filosofía es la felicidad», explicó el pintor Antonio Bautista, Vicedecano de Bellas Artes en la universidad sevillana. «El conocimiento produce felicidad, y el arte es una forma de conocimiento». Sentir en lugar de experimentar y transmitir felicidad a través del dibujo. Antonio Bautista introdujo la principal novedad de esta jornada, perfilando con su pintura su particular visión de los temas filosóficos abordados en estas jornadas.