Bombero de profesión en la Diputación de Badajoz destinado en Zafra, José Agustín Reja Rodríguez (Puebla de Sancho Pérez, 1976) está vinculado a la política desde el día en que nació, porque su padre era sindicalista, miembro del PSOE y alcalde desde 1983 hasta 1997, cuando falleció de un infarto. "Mi vida desde niño ha sido la política y el sindicalismo, desde lo que me enseñó mi padre, pero la verdad es que yo no hago política, yo lo que hago es trabajar". Ese es su lema.

--Es alcalde por la Unión de Socialistas Independientes Peranos (USIP). ¿Es socialista?

--Creé este partido porque yo era secretario de Organización del PSOE de la Puebla y le propuse al alcalde un cambio pero había ciertas personas que no lo estaban haciendo bien y la gente estaba enfadada. Se dijo que un cambio radical no podía ser. La gente me paraba por la calle quejándose de que siempre tenían que votar al mismo y el pueblo estaba muy mal. Decidí con el dinero de mi casa montar un partido político con un grupo de amigos. Creamos la Unión de Socialistas Independientes Peranos porque yo no he querido perder nunca mi identidad como socialista que soy.

--No consiguieron mayoría.

--Concurrimos con miedo pero con ganas. Con miedo de que esto fuese siempre lo mismo, pero si no salía bien por lo menos ya no podrían quejarse de que no tenían otra opción. El resultado fue que empatamos en 4 concejales con el PSOE, fuimos a reuniones pero el anterior alcalde no quiso ni cruzar palabra conmigo y con el PP (con 3 concejales) llegamos a un consenso porque había buen ambiente, clima de trabajo, sin firmar ningún tipo de preacuerdo, porque mi palabra vale más que el papel. Hasta ahora estamos funcionando bien, cada uno tiene su parcela. Hemos hecho muchísimas cosas.

--Siendo socialista, no debe ser fácilmente entendible su acuerdo con el PP.

--Yo no entiendo de colores sino de personas. La mentalidad de ahora no es la misma que cuando entró mi padre en 1983, en la transición tras 40 años de dictadora. Entonces había rencillas y problemas. Ahora, por suerte o por desgracia, en todos los partidos políticos hay gente buena y mala; sinvergüenzas los hay en todos los sitios y de todos los colores. Aquí venimos a trabajar, luego cada uno tendrá sus ideales, pero no tengo problema ninguno en gobernar con el PP. Yo atiendo a todo el mundo, soy el alcalde del pueblo.

--¿Y la relación con la oposición?

--Prácticamente no la hay. Está el anterior alcalde y como en estos años no se ha preocupado de formar a nadie ni de buscar un relevo, ahora se ve condenado a seguir en la oposición.

--¿Cuál es la situación económica del ayuntamiento?

--No tenemos ninguna preocupación. Cuando entramos en el 2011 tenía solvencia, de hecho había superávit. En aquel momento era de los pocos. A causa de una buena gestión de la secretaria, que es la que realmente la que se preocupa, porque es una funcionaria del Estado que está colocada para salvaguardar la integridad del ayuntamiento. También de los grupos políticos que esos años han estado gobernando que no han intentado despilfarrar. Nosotros en estos dos años casi lo hemos duplicado porque además la Ley de Estabilidad Presupuestaria no nos da margen y todo lo que nos sobraba se ha ido acumulando.

--¿Se proponen crear empleo?

--El ayuntamiento crea empleo con arreglo a los servicios que genera. No puede mantenerse a un pueblo trabajando en el ayuntamiento, sería inviable. Todo el mundo tiene ahora la necesidad de trabajar en la Administración pública, pero si asumiera todo el paro volveríamos a otra burbuja, que no sería inmobiliaria, sino una burbuja pública. Nosotros intentaremos crear puestos para las personas que lo están pasando mal dentro de las limitaciones, porque tampoco puede un ayuntamiento como el nuestro fundirse lo que tenga en generar empleo, nos arruinaríamos.

--¿Hacia dónde se marcan el futuro de la localidad?

--Hace unos años hubo un proyecto de una plataforma logística de distribución, en el cruce entre la N-630 y la N-432, pero se ha estancado por la crisis y la burocracia y no sabemos en qué va a acabar. Lo que sí está claro es que el futuro de Puebla de Sancho Pérez está en sus vinos, porque tenemos 15 bodegas en el pueblo y nuestros vinos pueden competir ahora mismo con cualquier bodega e incluso de mundo. De hecho muchas están exportando fuera, a China, Corea, Japón y están abriendo mercado en Estados Unidos. Nuestro principal objetivo es que todas estas bodegas se fundan en una asociación.

--¿Algún proyecto inmediato?

-- Un museo y centro de interpretación. Será en la ermita de Belén. Ya tenemos concedido el permiso del obispado y se interpretarán varios aspectos del pueblo, desde la Orden de Santiago, la Vía de la Plata, la tauromaquia... Hemos vivido de los servicios de Zafra y ahora queremos explotar el turismo, sobre todo el enológico, por el que está apostando Extremadura.

--Tienen un paseo dedicado a Alejandro Talavante y otro a Primitivo Rojas.

--Somos un pueblo agradecido. Mis compañeros me llaman el pesado de las gracias, porque en las fiestas cuando hago el discurso agradezco a la gente, a las asociaciones y a todo el que colabora con el pueblo. Cuando hay personas de relevancia y con renombre como Alejandro Talavante o Primitivo Rojas, con una trayectoria impecable, me parece un gesto apreciable que se reconozcan los méritos de las personas en vida.

--¿Se presentará a las próximas elecciones?

--Echo muchísimas horas en el ayuntamiento y no me importa. Lo tengo como un hobby como lo tenía mi padre, que también tenía su trabajo. Estoy cansado porque dedicarle tantas horas y preocuparte por todo te pasa factura. Pero concurriremos a las próximas elecciones para ver si realmente a la gente le ha gustado cómo hemos trabajado. Si lo hemos hecho bien volverán a confiar en nosotros y si no seguiremos con nuestro trabajo. Si volvemos a gobernar, cuando cumpla 8 años me voy a mi casa. Aquí venimos a trabajar por el pueblo y 8 años son más que suficientes para que cada formación política busque a otra persona y la forme para el relevo. La gente ha visto que el ayuntamiento no se ha hundido, porque hay que tener claro que lo manejan los funcinarios, que son los que se preocupan que sean sostenibles y viables. Dos legislaturas son más que suficientes y hay que renovarse.