El caso de Lía, una perra mestiza que fue rescatada en Montijo por la asociación SOS 112 Vagabundos, ha quedado visto para sentencia en el juicio celebrado este miércoles contra su propietario, un vecino de esta localidad pacense.

Desde la asociación lamentan que el juez haya rebajado la gravedad del delito que se le imputa el acusado. Así, mientras que la acusación ejercida por esta protectora considera que se trata de un caso de maltrato animal grave y continuado, el juez lo ha considerado un delito leve.

De esta forma, la Fiscalía ha solicitado la máxima pena que se puede imponer para un delito leve de estas características, que conllevaría, en caso de ser condenado, una inhabilitación por un año para la tenencia de animales y una multa de seis meses a razón de 10 euros diarios (1.800 euros).

La acusación, sin embargo, reclamaba la pena máxima para un delito grave, es decir, hasta un año de prisión y tres de inhabilitación, además de otros tres sin poder tener animales por el abandono del animal, pues pasaba el día en una terraza y no recibía cuidados veterinarios, según han explicado a Europa Press desde el colectivo.

En este sentido, no comprenden que el juez haya rebajado el delito a tenor de las pruebas presentadas, que incluyen videos en los que se ven las "palizas" que recibía Lía, actualmente bajo la protección de una asociación en paradero que no ha querido desvelar, puesto que su propietario aún la reclama.

También han presentado como pruebas las declaraciones de dos testigos que "cada noche" asistían a las "palizas" que recibía la perra que "pasaba sus días y sus noches en la terraza de un piso alquilado", según indican desde el colectivo.