Como abrazo cariñoso se conoce la artimaña con personas mayores, a quienes, tras hacerles una pregunta se lo agradecen con un abrazo, con el que realizan el hurto de carteras y joyas. El último se dio el pasado lunes en Monesterio. La víctima era una persona mayor. Según la policía local, el octogenario paseaba por el entorno del estadio de fútbol, cuando se le acercaron dos jóvenes, de rasgos magrebíes, y le preguntaron la hora.

Los presuntos autores del robo agradecieron a su víctima esta información con un abrazo, cuyo contacto físico fue más que suficiente para robarle la cartera, en cuyo interior había unos cuarenta euros. Desde la policía local se advierte de la proliferación de este tipo de robos, en los que el delincuente se gana la confianza de su víctima mediante el contacto físico (caricias, abrazos, o incluso besos), para adueñarse de objetos personales de valor.