Más de 300 personas ejerciendo un voluntariado activo durante siete años y trabajando de forma altruista a favor de 37 familias del comedor social (que atiende a entre 100 y 120 personas). Estas son algunas de las cifras de la oenegé Zafra Solidaria, que ha conseguido crear una conciencia social en la ciudad gracias a una gran red de voluntarios que realizan su labor repartidos en 23 grupos de trabajo.

Después de una ardua labor y esfuerzo, durante estos dos meses de verano la actividad se reduce al mínimo para que puedan descansar. Nanda Sánchez, presidenta de Zafra Solidaria, explicó que se funciona al cien por cien de septiembre a junio y que se va llenando la «hucha» para que puedan volver en septiembre con fuerza. A pesar del descanso del voluntariado, el número de usuarios se incrementa en estas fechas, ya que los niños están de vacaciones y se alcanza las 150 personas.