La ONG Zafra Solidaria, que gestiona el comedor social, se encuentra en una situación económica «muy delicada» y si no reciben ayuda solo dispone de fondos para prestar este servicio seis meses más. Así lo aseguró ayer la presidenta de la oenegé, Nanda Sánchez Condado, quien hizo un llamamiento «urgente» a las administraciones públicas, las empresas de la zona y la ciudadanía para que entre todos se garantice la continuidad de los numerosos servicios que se prestan.

Actualmente hay un gasto mensual de algo más de 6.820 euros, que se desglosan de la siguiente forma: 2.832 en compra de alimentos; 992 en los alquileres de los dos locales (la sede y el almacén de ropa); 1.162 de la nómina de contabilidad y la seguridad social de la única persona contratada en la oengé, 570 de gastos en suministros como la luz, el agua, la basura, la telefonía, los seguros y la gasolina; y 1.107 del resto de gastos, entre los que destacan las ayudas urgentes, gastos financieros o gas envasado. Todo ello supone una inversión anual de 81.847 euros.

Los ingresos que cuentan con recibir de cara al 2020 son la subvención que podría conceder la Diputación de Badajoz (6.500 euros); los 5.000 euros anuales que lllegan del convenio con el Ayuntamiento de Zafra (5.000 euros al año); 12.000 euros de las cuotas de los 140 socios que hay; una media de 12.000 euros en sus mercadillos de ropa, bazar y libros; 3.000 de los mercadillos artesanos; 1.000 de la campaña de libros; 1.800 de la lotería de Navidad; y 3.000 de una ayuda para el voluntariado (que podrían no concederla). Con todos estos ingresos conseguirían en total 44.300 euros, por lo que quedaría un descubierto de más de 37.500. «Es mucho pero entre todos creo que lo vamos a lograr», confió Sánchez.

Además del comedor social, presta servicios como el reparto de ropa, ayuda psicológica, medicinas, servicio de abogados, trabajadores sociales o el banco de ayudas técnica. Debido a su situación económica, ha tenido que suspender el reparto de bolsas de alimentos a las familias para el fin de semana y solo se les da la comida caliente de lunes a viernes. .

La presidenta recordó que llevan siete años haciendo un esfuerzo «altruista extraordinario» desde un movimiento social donde la solidaridad ha primado por encima de todo y reconoció que, aunque están agradecidos, las ayudas que reciben son «insuficientes» y necesitan que se les conceda un dinero «fijo» al mes.