Tartaleta rellena de salmorejo de bacalao, carpaccio de ternera de Extremadura o barquita rellena de cordero en escabeche navideño son tres buenas razones para degustar productos de la tierra y sí se trata de alimentos con denominación de origen, la propuesta es irresistible. Los alumnos de la escuela de cocina de Pinofranqueado han participado en la I Semana del Aceite y la Aceituna que está desarrollando el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Gata-Hurdes hasta mañana domingo.

"Ya es hora de que los cocineros trabajemos con productos de la tierra y de calidad y además nos den la oportunidad de trabajar con un aceite virgen de Gata-Hurdes de primera calidad y productos como Corderex, ternera o quesos de Extremadura", valoró Juan Antonio Aznal, profesor del curso. Aparte del oro líquido de Gata-Hurdes --protagonista del evento--, el taller contó con la colaboración de las siguientes denominaciones de origen: Ribera del Guadiana, Corderex, Ternera de Extremadura, Pimentón de la Vera, Queso Ibores y Torta del Casar.

"Es fenomenal todo lo que sea probar cosas de las comarcas de los alrededores y con denominación de origen", apuntó Gema Miguel, alumna de Hervás. Felipa Antón, de la localidad de Aceituna, ha aprendido mucho durante el curso de cocina y sobre todo valora la utilización de alimentos naturales de la región: "Estamos elaborando unos mejillones a la vinagreta con tomate y pimiento de la tierra".

Postales con premio

Dentro de las actividades de la I Semana del Aceite y la Aceituna, cinco escolares del Colegio Público San Pedro de Alcántara de Palomero, recibieron un premio al resultar ganadores del certamen de postales navideñas. La denomación protegida felicitará las próximas fiestas navideñas con los dibujos de estos niños.

"Se lo han pasado muy bien aunque algunos no se han tomado muy bien lo de haber perdido", reconoció Angel María Flores, director del centro. Los alumnos premiados, de entre 5 y 8 años de edad, incluyeron el fruto del olivar en las postales. "He dibujado a los Reyes Magos entregándole al niño uno un olivo, otro aceite y otro aceitunas", contó Claudia, de 8 años.